viernes, 13 de junio de 2008

Poesía para los amigos

A los amigos (que aman los sueños y dignifican la vida)

Pero es dulce soñar de Eduardo García



En mi sueño la vida se desliza


en un rumor de mar o caracolas,


sólo están prohibidos los relojes,


sonreír no es un hábito, sino una vocación.


Hay amigos detrás de cada esquina,


conversar es un arte innato y sin esfuerzo


brota el brillo en los ojos, el temblor en la voz,


el beso en que se anudan las raíces,


ese en el que después viene el olvido


a inventar una lengua, un cuerpo, una ocasión.


En mi sueño la vida es fácil, generosa,


nos mira con los ojos de los niños,


todo el mundo parece compartir un secreto,


ahora es el instante de la dicha,


donde ayer y mañana se contienen.


La vida allá en mi sueño no es la vida,


pero es dulce soñar y acaso baste.

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