domingo, 26 de marzo de 2023

Introducción a la obra de Luis Vélez de Guevara por Francisco Induraín

                   

Aprovechamos la celebración del Día Mundial del Teatro para recordar la figura de Luis Vélez de Guevara, numen de nuestro instituto, gloria de Écija y figura principalísima de la literatura dramática hispana. Y, a no dudar, la más olvidada, pues no figura ni en el emblema de nuestro instituto ni cuenta con monumento alguno en su patria chica (que sin embargo se lo levantó a Cervantes, escritor que no dejó precisamente buen recuerdo en la urbe del Genil).

Podríamos indicar que, al menos, su producción literaria demuestra su valía en los escenarios. En 2020 se realizó una cuidada producción hispano-portuguesa de Reinar después de Morir, y en el presente año 2023 una adaptación teatral de El Diablo Cojuelo titulada Diablos, Brujas y granujas se representa en el presente año 2023 en los escenarios españoles de la mano de la compañía La Luciérnaga.

Con todo, habrá que señalar que esta representación amalgama el libro del ecijano con textos de Cervantes y Quevedo. Por lo demás, si  Vélez de Guevara escribió 400 obras teatrales y una sola novela, todo apunta a que la trama de la misma resulta irrepresentable sobre el escenario. Mi testimonio es digno de tenerse en cuenta pues interpreté al propio Cojuelo en la adaptación dramática de Francisco Martínez Calle.

Nuestra vindicación de Luis Vélez de Guevara, lamentablemente, no sacará a Luis Vélez de Guevara del olvido, pero al menos contribuirá a que no se hunda más en él. Consiste en reproducir la introducción que Francisco Induraín (o Ynduraín) redactó en fecha que no consta (pero se puede establecer entre 1930 y 1958) para la edición que supervisó de Reinar después de Morir y que forma parte la colección “Biblioteca Clásica Ebro”. Parece ser  que la primera edición se data en 1958. El ejemplar de la biblioteca del Vélez es una reedición realizada en 1969.

Naturalmente, las investigaciones sobre nuestro autor se encuentran en un estado mucho más avanzado, pero nos ha parecido un texto útil para conocer las vicisitudes de la fortuna crítica de este escritor y como quien fue una celebridad en el Siglo de Oro pasó a ser un perfecto desconocido para los críticos del siglo XIX. Pero entre tantos reveses, destaca una verdad luminosa: cuando se representan obras de Vélez de Guevara, consiguen conmover al espectador.

Un último apunte antes de pasar la palabra a Don Francisco Induraín (o Ynduraín). La fotografía es de la representación del espectáculo compuesto por Reinar después de morir, de Luis Vélez de Guevara y El retablo de las maravillas, de Miguel de Cervantes. La adaptación corrió a cargo de Tomás Borrás y F. P. de Bruguera, la producción a la Compañía del Teatro Español y la dirección correspondió a Salvador Salazar. El papel de Inés de Castro fue interpretado por Alicia Altabella. La obra se estrenó el 6 de octubre de 1964 (martes) en el Teatro Español de Madrid.

«Puede afirmarse que faltan todavía un examen y valoración crítica aceptables de la obra dramática de Luis Vélez de Guevara. Su fama de escritor venía descansando principal, sino exclusivamente, en su novela satírica El Diablo Cojuelo. Si nos atenemos a la opinión de los escritores contemporáneos del ecijano, se observa que aprecian sus cualidades de hombre agudo, decidor y poeta de chispeante vena cómica. Y, sin embargo, no son éstas las notas que más brillan en su teatro, según hemos de ver. Por otra parte, en casi todos estos juicios se advierte, como era de esperar, el carácter de elogios formularios o de censuras en que resuena una animosidad personal: en suma, nada o muy poco que suponga un asomo de verdadera crítica. Tal vez sea Cervantes quien definió con más acierto las excelencias de las comedias de VÉLEZ en las que encuentra estimables «el rumbo, el tropel, el boato, la grandeza»[1].

Lope de Vega en la Filomena dedica los calificativos de «florido y elocuente», que no dicen nada de nuestro autor como dramaturgo, a pesar de que por los años en que escribe Lope el citado elogio (1621), ya VÉLEZ no era un principiante como cuando lo alaba Cervantes (1615) y había escrito alguna de sus mejores  comedias, como La Serrana de la Vera[2]. Años más tarde (1632) Pérez de Montalbán, en el Para Todos, recuerda a VÉLEZ por «sus arrobamientos poéticos» y añade que tiene «pensamientos sutiles y bizarros versos». Y algunos años después de muerto VÉLEZ, el entremesista Quirós nos lo presenta en una imaginaria academia poética y dice: «Dióle Su Majestad el título de Marqués de Salinas, pues no se conocen más salinas que las suyas en el Parnaso»[3], Una vez más se le alaba por lo chistoso, con inmerecido olvido de sus obras de teatro. Claro es que tampoco era empresa fácil el señalarle junto a los dos colosos de nuestra literatura dramática, Lope y Calderón, que conviven y se suceden en la monarquía cómica por los años de VÉLEZ, años que son también los de Tirso de Molina, Ruiz de Alarcón y tantos otros excelentes comediógrafos.[4] La crítica moderna ha ido poco a poco reparando este oscurecimiento de las comedias de VÉLEZ y postula para éste un lugar al lado de la exalogía consagrada de grandes dramáticos del Siglo de Oro (Lope, Tirso, Alarcón, Calderón, Rojas, Moreto). Pero veamos cómo ha ido evolucionando la valoración de teatro de nuestro escritor.

Don Alberto Lista se ha ocupado de VÉLEZ, cuya obra conocía bastante bien, en tres artículos recogidos en sus Ensayos literarios y críticos (Sevilla, 1844, t. II). Como se verá por el juicio recogido al final de este tomo, apenas encuentra nada que alabar en las comedias examinad que «no pueden sufrir en nuestros días la prueba de crítica más moderada». Y esta opinión se mantuvo hasta que el Conde de Schak reivindica para VÉLEZ el derecho a ocupar uno de los primeros puestos entre los dramaturgos «de segundo orden». Y ya en este camino, dio un paso más don Ramón de Mesonero Romanos en el breve pero ponderado examen que le dedica en el vol. XLV de la Biblioteca de Autores Españoles, donde acoge seis comedias[5]. Los mencionados eruditos dispusieron de materiales insuficientes, cosa que no ocurrió a Schaeffer, que los tuvo abundantes, y acreció con el hallazgo y publicación de cuatro comedias[6]. Al hispanista alemán se debe la visión más amplia y más pormenorizada de nuestro autor[7]. Don Marcelino Menéndez Pelayo sólo analiza aquellas comedias de VÉLEZ que derivan de otras de Lope y no es parco en expresivos elogios, aunque no lleguen a constituir un estudio crítico[8].

Con todo, el teatro de VÉLEZ DE GUEVARA no acababa de ser bien conocido a causa de la inseguridad con que nos ha llegado su obra, impresa en artes de extremada rareza o en impresiones sueltas no menos raras, como afirma J. Gómez Ocerín. Hacía falta editar cuidadosamente las comedias autógrafas conservadas para tener una base segura sobre la cual pudiera hacerse el examen de las restantes comedias conocidas, ya en manuscritos no autógrafos, ya en impresiones, de las que ninguna, por cierto, se hizo en vida de su autor. Las comedias autógrafas son cuatro: El Águila del agua (publicada por el Sr. Paz y Meliá en Revista de Archivos. X y XI, 1904), La Serrana de la Vera, El Rey en su imaginación (editadas con el mayor esmero por R. Menéndez Pidal y María Goyri de M. Pidal la primera, y por J. Gómez Ocerín la segunda, en la colección Teatro Antiguo Español, I y III, 1916 Y 1920, respectivamente) y El conde D. Pero Vélez (inédito, aunque anunciaba su publicación en la misma serie el señor Gómez Ocerín).

Estos estudios y otros que se citarán oportunamente, han cimentado seguramente la fama moderna de VÉLEZ y se le acepta entre la exalogía de grandes dramáticos, como hemos dicho, siguiendo a uno de los que mejor conocen nuestro teatro clásico[9]. Por otra parte, dos de las comedias de VÉLEZ se representan en la actualidad con gran éxito. Reinar después de morir, refundida por F. Fernández Villegas (1902), fue puesta en escena en el Español de Madrid y continúa figurando en el repertorio de compañías teatrales. Cristóbal de Castro adaptó para ser representada La luna de la sierra. Prueba bien satisfactoria de la perennidad de estas comedias, que siguen conmoviendo con la fuerza de su dramatismo y el hechizo de su poesía.»



[1] Cotarelo entiende que estas palabras están escritas «no sin alguna punta de ironía». V. Bol. de la Real Academia Española, 1916, página 431. Esta interpretación no se explica en el citado artículo, ni me parece segura. En todo caso, con ironía y sin ella. Cervantes dice algo que conviene a la obra dramática del ecijano.

[2] Para la fecha en esta comedia, véase la edición de la misma por R. Menéndez Pidal y María Goyri de M. P. en Teatro Antiguo Español, I, págs. 125-127.  

[3] Apud. Cotarelo, art. cit. pág. 431.

[4] J. Gomez Ocerín trae un testimonio del año 1616 (por error imprime 1516), que dice mucho de la fama adquirida por Vélez como competidor con ventaja del mismo Lope de Vega en las comedias a lo divino. (V. Teatro Antiguo Español, III, pág. 103.)

[5] En la misma colección incluye en el vol. 4. º de Calderón, 14 y en el de Rojas, LIV, una y dos piezas, respectivamente, en las que Vélez colaboró.

[6] Son: El capitán prodigioso, La devoción de la misa, El rey don Sebastián y El Hércules de Ocaña, publicadas en Ocho comedias desconocidas, 1887, I, págs. 147 y 261, y II, 75 у 293.

[7] Geschichte des spanischen Nationaldramas, 1890, I, págs. 283, 303.

[8] Obras de Lope, publicadas por la Real Academia Española, Observaciones preliminares, II-XII, passim.

[9] Ángel Valbuena Prat, Literatura dramática española, col. Labor, Barcelona, 1930, pág. 181, y del mismo autor, Reinar después de morir y La luna de la sierra en la col. C. I. A. P.

Sin embargo, L. Pfandl no dedica un estudio particular a Vélez en su Historia de la Literatura Nacional Española en la Edad de Oro.

martes, 14 de marzo de 2023

El Día del Cómic y del Tebeo

                    

La dedicación de un día para la historieta hispana es una iniciativa del colectivo Sectorial del Cómic. La búsqueda de esa jornada comenzó en el año 2020 y el 19 de octubre de 2021, se consiguió que se aprobara una Proposición No de Ley referida al “reconocimiento y dignificación del sector del cómic en España.

Fue un día histórico para el sector del cómic español. En la sesión de la Comisión de Cultura y Deporte celebrada en esa fecha en el Congreso de los Diputados se ha aprobó por unanimidad la Proposición No de Ley referida al “reconocimiento y dignificación del sector del cómic en España”, presentada por el Grupo Parlamentario Socialista.

Todos los grupos, en sus respectivos turnos orales, reconocieron la importancia artística, cultural e industrial del sector del cómic que aspira a proteger esta PNL Al final de la sesión fue aprobada de  forma unánime por todos los diputados sin excepción.

Entre las 13 medidas específicas para impulsar el sector que proponía el documento se encontraba la de instaurar un Día del Cómic “para promover la divulgación del medio artístico, reivindicar su papel social y de recuperación de la memoria artística e histórica de los autores españoles”, proponiendo su celebración el primer sábado de marzo, mes en el que nació la mítica revista “TBO”.

Mientras tanto, aprovechando el período de crecimiento que está experimentando el sector y los canales de cooperación abiertos con diversos organismos oficiales, Sectorial del Cómic decidió impulsar ya el primer Día del Cómic el sábado 5 de marzo de 2022 con los recursos a su alcance.

Un paso esencial fue escoger un cartel para anunciar el evento. El encargado de ilustrar ese cartel de la primera edición del Día del Cómic fue Magius (Diego Corbalán), ganador del Premio Nacional del Cómic 2021.

La junta directiva de Sectorial del Cómic propuso que en años sucesivos la primera opción para ilustrar el cartel del Día del Cómic sea el ganador del Premio Nacional del Cómic del año anterior.

Aparte de sus sobresaliente mérito artístico, la obra de Magius invita a la integración. En la jornada del cinco de marzo también se conmemora el tebeo, la historieta, el manga, la novela gráfica, la banda diseñada y toda combinación de texto y dibujo secuenciada, sea del género que sea o reciba tal o cual denominación.

Los fastos de esa mítica jornada comenzaron de forma oficial el 2 de marzo de 2022 con la Inauguración de la Exposición del cómic “Estamos todas bien” de la autora Ana Penyas, Premio Nacional de Cómic 2018, en la Escuela de Arte “José Val del Omar” de Granada. Desde ese día y hasta su culminación el  5 de marzo se desarrollaron en este primer Día del Cómic más de 150 actividades en más de 26 provincias.

Aunque se contó con un nutrido apoyo de nuestros gobernantes, faltaba el reconocimiento oficial de la efeméride, y esto no llegó hasta el pasado 11 de julio de 2022 cuando el Consejo de Ministros acordó, a propuesta del ministro de Cultura y Deporte Miquel Iceta, la declaración del 17 de marzo Día del Cómic y del Tebeo. Con esta medida se pretende impulsar el sector, reconociendo, además, el papel de sus profesionales en la vida social y cultural.

Como se puede comprobar, la denominación cambió, pasando a ser “Del Cómic y del Tebeo”. La fecha, por otra parte, se trasladó: del 5 al 17 y se convirtió de móvil en inamovible. Precisamente el peso del cómic en nuestra historia es el motivo de la elección del día 17 de marzo, escogido en honor al inicio de publicación de la mítica revista de historietas TBO, que dio nombre al propio fenómeno de la lectura en viñetas en España y que se ha mantenido en el nombre de esta celebración como un guiño a la creación española.

No queremos aguar una celebración tan necesaria y tan  largamente esperada, pero nos vemos en la obligación de precisar que el primer número del TBO vio la luz el 11 de marzo, en concreto el 11 de marzo de 1917. De todas formas, lo que importa es que se recuerde el germen de nuestra historieta y ante esa memoria todo lo demás resulta nimio.

Otra reforma se vinculó al autor del cartel oficial, que debía ser un ganador del Premio Nacional del Cómic, pero no necesariamente el del año anterior. En nuestra opinión, se trata de una medida inteligente, pues así se puede dar reconocimiento tanto a artistas nóveles como a viejas glorias del noveno arte. De esta forma, el cartel de 2023 ha sido realizado por uno de los históricos ganadores del Premio Nacional del Cómic, de hecho, el primero, allá por 2007. Se trata del mítico Max (Francesc Capdevila).

De esta manera el próximo 17 de marzo España vivirá su segunda gran fiesta del cómic y del tebeo, una celebración con la que el Gobierno de España que pretende reconocer el valor del cómic y del tebeo, el peso de su historia y su importancia en el contexto actual, su diversidad, creatividad y calidad. Se espera la celebración de más de 100 actividades desarrolladas en la mayoría de las provincias españolas, en las que participarán espacios culturales, librerías y centros educativos entre otros.

Nuestro instituto ya lleva siete años celebrando el cómic y no con un día, sino con unas jornadas, cuyas actividades se han prolongado, en algunas ocasiones, a lo largo de un semana. 

No obstante, no queremos pasar de largo ante este primer día del cómic y del tebeo en España, pues hay mucho y bueno que conmemorar, empezando por los buenos ratos que hemos pasado con las historietas de nuestra infancia y los primeros cómics y fanzines de nuestra adolescencia.

Se comprende que ante tal cúmulo de tesoros que recordar y disfrutar no hayamos podido esperar más y hayamos comenzado la celebración en su víspera.

Por ello, en los días 16 y 17 de marzo, la biblioteca pone a su disposición su colección de cómics para los grupos que deseen trabajar con ellos en clase o usar su sala de lectura para dar una lección magistral, como ha realizado la profesora Mari León. Los Departamentos de Lengua y Literatura y Geografía e Historia se unen a la celebración y comparten también sus nutridas colección de historietas. Complemento indispensable son nuestras sesiones fotográficas de nuestros alumnos vestidos de sus superhéroes favoritos.

Aprovechamos el día del cómic y del tebeo para anunciar que las Jornadas del Cómic del presente año 2023 se celebrarán a mediados de mayo y que contarán con lecturas de cómic en clase, día de Cosplay, talleres de historietas y otras actividades que se irán sumando.

En esta ocasión, la organización de estas jornadas, que serán las octavas, correrá a cargo no sólo de la Coordinación de la Biblioteca, sino también con la de ComunicA, programa de los centros educativos que se preocupa de  mejorar la lectura, la escritura y la lengua oral.

Y lo más importante: contamos con un grupo numeroso de alumnos  entusiasta de las historietas, algunos ávidos lectores de nuestra colección de manga, otros con verdadero talento para la ilustración, sin que falten tampoco los amantes del cosplay. Con todos ellos contamos para la celebración de nuestras VIII Jornadas del Cómic que hoy anunciamos.


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 El reportaje de esta actividad en el Facebook de nuestro instituto:

https://www.facebook.com/media/set?vanity=iesluisvelezdeguevara&set=a.689379386525128


martes, 7 de marzo de 2023

Exposición de Libros de Literatura Femenina

 


La Coordinación de Biblioteca ha querido sumarse a la celebración del Día de la Mujer con una Exposición de Libros de Literatura Femenina, que quedó inaugurada el pasado uno de marzo.

Deseábamos comprobar cuantos relatos escritos por autoras albergábamos en nuestra biblioteca. Con la ayuda de algunos alumnos de segundo y tercero de la ESO y de primero de bachiller hemos realizado un donoso y grande escrutinio de la sección «novela».

A la hora de seleccionar los libros escritos por mujeres, el equipo de biblioteca estableció las siguientes normas:

- 1 ejemplar por cada título, caso de que estuviesen repetidos o poseyéremos varias ediciones de la misma obra.

-  No se incluyen las biografías ficticias de mujeres escritos por varones, caso de Pepita Jiménez o Eugenia Grandet.

- No se cuentan como autoras, pseudónimos que esconden a un hombre o a varios escritores, con el caso de Carmen Mola como mejor ejemplo.

- Se incluyen antologías siempre que alguno de los relatos  fueran escrito por una mujer. Lo cierto y verdad es que hemos encontrado demasiadas de estas obras en las que no se encuentra ninguna. Afortunadamente este criterio cambia en las editadas más recientemente.

Parafraseando a Umberto Eco, habrá que señalar que esta selección no lo hicimos todo de una tirada. Nos detuvimos a curiosear en los estantes y nos demoramos en hojear los libros. Como Guillermo de Baskerville, prorrumpimos en exclamaciones de  júbilo cada vez que descubríamos otro título, ya fuese porque conocíamos la obra, porque hacía tiempo que la buscábamos  o, por último, porque nunca la habíamos oído mencionar y eso excitaba al máximo nuestra curiosidad. Lamentablemente, también hemos advertido más de una sonada ausencia.

En estas inquisiciones, nos han hecho dudar algunos nombres de pila como  Hiromi, Mika o Vitus. Y en estas pesquisas la mayor de las sorpresas ha consistido en verificar que  la novela rosa cuenta con una representación más nutrida de lo esperado en una biblioteca escolar (Bárbara Taylor Bradford, Victoria Holt, Rosamunde Pilcher…).

Del caudal del libros no podemos proporcionar cifras exactas. Para empezar algunos ejemplares se encontraban en préstamo. En segundo lugar, nuestra extracción, aunque morosa, no ha sido todo lo exhaustiva que hubiésemos deseado y estamos seguros de que obras escritas por autoras se han quedado fuera del recuento y otras redactadas por varones han logrado entrar en nuestro canon.

Nos quedamos, pues, con una cifra, aproximativas, de unos 200 ejemplares. Lo que supone menos de una décima parte del total de ese sector de nuestra colección de libros. Si este sector ocupa once estantes, las obras escritas por mujeres ocuparían uno de ellos entero y una balda de otro (de nuevo se trata de un arqueo ilustrativo, no literal).

 La buena noticia es que los mayores aportes de literatura en femenino se corresponden con las entradas de los últimos años, en los que figuran tanto escritoras recientes (Matilde Asensi, Luz Gabas, María Dueñas, Julia Navarro…) como venerable pioneras como Carmen de Burgos, Agatha Christie o Elena Fortún. Por tanto, el desequilibrio entre autores y autoras va camino de corregirse y no sólo con novedades, sino con obras de todas las épocas.

Con estos libros escritos por autoras hemos erigido entre las estanterías una muralla que simboliza ese rechazo a la literatura en femenino que durante mucho tiempo ha presidido las bibliotecas, pero también los catálogos de las editoriales y el canon de escritores “consagrados” impuestos a los estudiantes. Se trata de una construcción efímera, pues los libros que la formaban han vuelto a los estantes y se encuentran disponibles para el préstamo.

Como parte de esta actividad, el expositor de las novedades lo hemos reservado para nuestras últimas adquisiciones de libros escritos por mujeres. No es un muestrario, sino una invitación a su lectura. En el ocho de marzo se proclamarán innumerables discursos a favor de la mujer y por la lucha por la igualdad. Recordemos que en la biblioteca estos testimonios los custodiamos todo el año y se encuentran a disposición de todo el público.

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 El reportaje de esta actividad en el Facebook de nuestro instituto:

 

https://www.facebook.com/iesluisvelezdeguevara/posts/pfbid02YcCkTgnqRtsAJbzib5944MXuK3yUGi652GKEm9YqdMdxc5NATrQVMkcPT3ThmSN1l

lunes, 6 de marzo de 2023

Los Nuevos Expositores

 


Gracias a la generosidad de la editorial Edelvives nuestra biblioteca cuenta desde el día de hoy con unos fantásticos expositores. Los hemos reservados para el ámbito de literatura infantil y juvenil, con el ánimo de facilitar la tarea a nuestros lectores más voraces y también para orientar a los que comienzan a desarrollar el hábito lector.

Como se observa en las fotografías, hemos dedicado un expositor a los libros más hermosos y mejor editados, otro para las colecciones más leídas, un tercero para las novedades, un cuarto para el manga… Pero mejor será que acudan a nuestra biblioteca y los descubran y los admiren.

La liberalidad de Edelvives va más allá de este regalo. Nos han obsequiado con un lote de inspirados carteles que decorarán nuestra biblioteca y gran cantidad de marcapáginas que hemos puesto a disposición de nuestros lectores más fieles.

No queremos acabar esta reseña sin un segundo agradecimiento. Este va para los alumnos de ese primero de bachiller de Humanidades que se han esforzado en montar los expositores lo antes posible. Otro mérito más para un grupo cuya implicación en las actividades culturales de nuestro Instituto es tan constante como desinteresada.


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 El reportaje de los nuevos expositores en el Facebook de nuestro instituto:

 

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martes, 28 de febrero de 2023

Mapas antiguos de Andalucía de la Biblioteca Nacional

 

Creemos que la mejor forma de conmemoración del Día de Andalucía es contribuir al conocimiento de nuestra región publicando materiales inéditos o  divulgando contenidos poco conocidos. Bajo esta premisa, y prosiguiendo en la senda iniciada anteriormente, para la jornada de nuestra región escogemos un año más la publicación y comentario de representaciones cartográficas de la Tierra de María Santísima.

Y es que los mapas no solo indican tesoros, sino que ellos mismos constituyen una verdadera riqueza. En las bibliotecas de cierto empaque y en los despachos de los poderosos no faltaba una mesa concebida para desenrollarlos  y trabajar sobre ellos.  Pero ya pasó el tiempo de que resultaban imprescindibles para planificar una operación bélica.

Actualmente, no se piensa en ellos cuando se trata de joyas o rarezas bibliográficas. De impresión normalmente costosa, de difícil manejo, frágiles o quebradizos, son los grandes olvidados de las bibliotecas. En la época de las cartotecas digitales nos cuesta pensar que las bibliotecas surtidas cuenten o debe contar con una cartoteca para custodiar estos mapas. En esta oscuridad, las  recientes noticias sobre sustracciones o sustituciones de los ejemplares auténticos por falsificaciones señalan tanto el gran valor de estos documentos como la postergación en la que se encuentran,

 En esta entrada ofrecemos una selección de ochos mapas antiguos procedentes de la colección cartográfica de la Biblioteca Nacional, datados entre los siglos XVI y XVIII. En esta etapa nuestra región se encuentra dividido entre los reinos conquistados por San Fernando -Sevilla, Córdoba y el Santo Reino de Jaén- y el reino de Granada, gloriosamente incorporados por los Reyes Católicos. La denominación de “Andalucía” se va imponiendo, pero solo para designar el conjunto de los tres primeros. Habrá que esperar al siglo XIX y al triunfo del uniformismo liberal para que los reinos sean sustituidos por provincias y el dominio de los nazaríes deje de considerarse una tierra aparte.

Curiosamente el término Atlas se vincula a Andalucía y a las tierras circundantes. Fue escogido por Mercator en recuerdo de aquel soberano mítico norteafricano o del remoto occidente llamado Atlas o Atlante y que, despojado de contenidos míticos, fue considerado como astrólogo, matemático y conocedor tanto de las constelaciones como de las partes de la Tierra.

Tanto estos numinosos inicios como la labor trascendental que desempeñó Andalucía en el descubrimiento del mundo, no se reflejaron, por desgracia, en su representación cartográfica, que, como puede comprobarse, resultaba bastante inexacta. Los cartógrafos se copiaban los unos a los otros y la exactitud (relativa) se iba imponiendo muy lentamente. Verdad es que las instituciones indianas y la propia monarquía se mostraban extraordinariamente celosas en divulgar sus pesquisas en las Indias y en los Mares del Sur. Pero lo cierto es que, de forma pública o secreta, manifestaron muy poco interés en trasladar al plano la Piel de Toro.

Con sus avances y sus tropiezos, la representación de nuestra región, como la del resto del territorio metropolitano, quedó en manos de cartógrafos extranjeros. Desconocedores de estos territorios, las transliteraciones defectuosas, las duplicaciones de la misma ciudad, la pura invención y el horror vacui son parte integrante de sus mapas.

Otra dificultad para el lector moderno proviene de la intoxicación grecolatina de aquellos siglos y que se justifica, en parte, porque el latín era la lengua común de los eruditos de aquel entonces. Pero acaba por resultar cargante la doble toponimia en la lengua vernácula (o su aproximación en neerlandés) y en la remota lengua de Cicerón. Como la arqueología también se encontraba en aquellas centurias en  mantillas, muchas de estas identificaciones se han revelado, con posterioridad, erróneas. Si pasamos a la letra grande, nos cansan los rótulos que indican la Beturia o el Mare Ibericum y que creemos que lo único que evidencian es erudición mal digerida. Y no podemos dejar de lado a las  reinvenciones renacentistas o barrocas que, posteriormente, han sido tomadas como realmente históricas. Es el caso de esa Vandalia en la que muchos creen aún.

Recordemos, finalmente, que muchos de estos mapas fueron trazados en época de guerra y, para más inri, por enemigos declarados de nuestra nación que, con diversa fortuna, perpetraron ataques contra nuestros barcos y nuestros puertos, bien de forma oficial o bien por medio de piratas y corsarios.


El primer mapa muestra orgulloso el rótulo ANDALUZIAE, pero sólo representa el antiguo reino de Sevilla (que se corresponde con las actuales provincias de Sevilla y Huelva en lo esencial) o más bien el Conventus romano, esto es las tierras que Híspalis administró desde el reinado de Augusto hasta el de Diocleciano. Por eso lleva por título Hispalensis Conventus Delineatio. Lo trazó Jerónimo Chaves (Hyeronimo Chiaves) en 1579. Formaba parte del Theatrum Orbis Terrarum, Opus nunc tertio ab ipso Auctore recognitum, multisquè locis castigatum, & quamplurimis novis Tabulis atqué Commentariis auctum impreso por Abraham Ortelius/ Abraham Ortell en 1584 en Amberes, en la celebérrima tipografía plantiniana.

Jerónimo de Chaves era un sevillano que logró altos puestos en la Casa de Contratación y del que se puede alardear señalando que no existe disciplina científica en la que no destacara. Participó en la elaboración de varios mapas de nuestra región, con notoria ventajas sobre otros cartógrafos, pues conocía el terreno que llevaba al plano, aportando topónimos como Las Arenas Gordas o Camino de la Plata. Si su representación nos parece algo simple es porque no existen mapas previos a sus trabajos. Sobra decir que su influencia fue inmensa y que fue copiado en innumerables ocasiones.


El segundo mapa representa la costa andaluza desde la desembocadura del Tinto y el Odiel hasta el cabo Roche (si bien, el mapa hace creer que representa hasta Tarifa), por Lucas Janz Waghenaer/ Lucas Iohannes Aurigarius. La cartela del mapa afirma lo siguiente:

Andaluziæ oræ maritimæ vna cum fluvijs et portibus ad viuum delineatio. Lucas Io[hann]es aurigarius Inuentor.

El grabado pertenece a la primera parte del Espejo de los navegantes:  Speculum nauticum super navigatione maris Occidentalis confectum, continens omnes oras maritimas Galliae, Hispaniae et praecipuarum partiu[m] Angliae, in diversis mappis maritimis comprehensu[m] una cum usu et interpretatione earundem, accurata diligentia concinnatu[m], et elaboratu[m] per Lucam Iohannis Aurigarium. Los autores son Lucas Jansz Waghenaer, Franciscus Raphelengius y Cornelis Claesz. Este atlas náutico tuvo un éxito inmediato y conoció varias reediciones. Este mapa procede de un ejemplar impreso en Leyden en 1588.


El tercero abarca la actual Andalucía y tierras circundantes y en su toponimia amalgama el pasado romano con el nomenclátor del Siglo de Oro. Tanto por el territorio seleccionado como por ese monumental rótulo de ANDALUZIA, parece una prefiguración de su futuro autonómico. En la cartela se informa que el título de la lámina es Andaluziae Nova Descript(io) y que tiene como autor a Jodocus Hondius el Viejo / Joost de Hondt. La plancha se grabó en 1606. Procede del Atlas sive Cosmographicae Mediatones de Fab

rica Mundi et fabricati figura impreso en Ámsterdam en la fecha citada.

Hondius adquirió las planchas de Mercator y las reeditó, actualizando algunas. De hecho, en su Atlas prefirió presentarse como editor no como cartógrafo. Esto explica el contraste entre la representación cartográfica de esta lámina, actualizado a los conocimientos del principio del seiscientos y esas cartelas diseñadas a la moda de cincuenta años antes.

El cuarto mapa se ajusta igualmente a nuestro concepto de Andalucía como entidad territorial. Su autores son Joan Blaeu/ Ioannem Blaeu  y su padre Willem Blaeu / Guiljelmum Blaeu. Se fecha en 1635 y apareció en el llamado Atlas Novus, otra publicación que vio la luz en  Amsterdamum (“Amstelodamum” para los eruditos). Debe indicarse que muchas de estas representaciones cartográficas podían editarse como hojas sueltas antes, simultáneamente o después de la edición de estos atlas monumentales.

La cartela, en sí, es ya una obra de arte con la piel del león nemeo tensada entre las columnas hercúleas. El epígrafe reza Andaluzia continens Sevillam et Cordubam. Parece ser que, por premura, no se añadió la denominación del Santo Reino. En la parte superior figuran los blasones de los reinos de Sevilla y el de Córdoba, o más bien, una simplificación del hispalense y un error entre las armas de la ciudad y reino de Córdoba y las de los linajes de los Córdova y de los Fernández de Córdova. Esta mixtificación, por otra parte, se hizo general durante siglos.

La coloración resulta bastante aproximativa. Hay que indicar que este proceso se realizaba con posterioridad a la impresión y de forma artesanal. Normalmente, se reservaba para unos cuantos ejemplares destinados a los compradores más pudientes. Se comprende que este proceso de iluminación se realizaba por varias manos, mejor o peor dotadas. Aunque resulten más vistosos los ejemplares polícromos, los que se dejaron como salieron de las prensas resultan más útiles para el investigador.

El quinto mapa es una actualización de la representación cartográfica anterior. El rey del blasón hispalense aparece invertido (en esta lámina mira hacia oriente), el sector portugués está indicado con una elegante caligrafía (presumiblemente para reflejar su vuelta a la independencia) y los rótulos de las comarcas aparecen en letra minúscula. Además, aparecen muchos más topónimos y se reducen los espacios en blanco. Willem  entregó su alma en 1638, por lo que la autoría (o mejor dicho, el trabajo de renovación) es obra por entero de Joan Blaeu. Se incluyó  en una reedición de Atlas Novus datada entre 1640 y 1650.

El sexto mapa ofrece una visión muy simplificada de nuestra tierra, con un error monumental (por el tamaño del rótulo) que es ALCUNDIA para denotar el Valle de la Alcudia.  Más al norte se observa una representación del Guadiana con su (supuesto) tramo subterráneo y un epígrafe que explica este misterio. Los detalles dignos de mención no acaban aquí. En la cartela se indica un Provin [tia] Andalusiae vel Baetica cum confinijs. Por encima de este epígrafe se muestra una Virgen del Pilar adorada por dos peregrinos. No hay que explicar por menudo que no se trata, precisamente, de una advocación propia de la Tierra de María Santísima.

Este cúmulo de extrañezas y de desaciertos se explica porque hemos dejado el rumboso mundo de los atlas de lujo flamenco por el ascético ámbito de las órdenes religiosas. Así, el mapa representa la provincia Bética de los frailes menores de la vida eremítica, más conocido como “capuchinos”. Esta provincia existió entre 1637 y 1835 y no debe confundirse con el ámbito de los franciscanos del mismo nombre. Lógicamente las ciudades que se muestran, entre ellas Écija, son aquellas que disponen de convento de esa congregación.

Este mapa pertenece al atlas temático Chorographica descriptio provinciarum et conventuum FF. Min. S. Francisci Capucinorum…  también conocido como el «Atlas de los Capuchinos», en concreto a la edición romana de 1649. El autor fue el fraile Silvestro Pepi da Panicale, que murió antes de ver impresa la obra, pues entregó su alma al Señor en 1641 y la primera edición (romana igualmente es de 1643).

El ejemplar adquirido por la Biblioteca Nacional en el 2006 presentaba una acentuada inclinación a la derecha que hemos corregido. En ese año la institución adquirió esta lámina y otras sueltas procedentes de la Chorographica descriptio. Fatalmente, muchos libros antiguos que contienen mapas son mutilados para vender por separados las representaciones cartográficas. Al ser adquiridos por bibliotecas y coleccionistas diversos, la dispersión resulta inevitable.

Señalemos que este mapa nos sirve de tránsito entre la etapa del predominio de cosmógrafos flamencos y neerlandeses a la de los italianos, respecto a las representaciones de Andalucía y otras partes de España. La primera etapa se prolonga desde mediados del siglo XVI a la mitad del siglo XVII. La italiana, mucho más breve, ocupa la segunda mitad del seiscientos. En el siglo de la Ilustración, la primacía, como en casi todos los campos, corresponderá a los franceses.

  Pese a lo anteriormente expuesto, el séptimo mapa tiene como autor a un italiano, en concreto de Venecia, ciudad que compitió con Amberes y con Ámsterdam en el arte de confeccionar mapas. Urbes todas ellas, rodeadas de escollos, tierras bajas y mareas inciertas, como nos hizo notar Italo Calvino.

El autor de este mapa es Antonio Zatta y la fecha de conclusión es 1776. Parece ser que esta lámina formaba parte de su Atlante Novissimo, obra iniciada en 1775 y concluida en 1785 y que abarcaba cuatro tomos. Las fechas deben asumirse con cierta precaución, pues las reediciones, adiciones y actualizaciones fueron muchas y muy seguidas.

Zatta traza la geografía de Andalucía y Granada con una claridad no exenta de elegancia y es que el neoclasicismo se deja notar en todas las artes. Según su costumbre, incluye una escena en una esquina enmarcando la cartela. En el caso que nos ocupa, se trata de un motivo bucólico con un pastor y dos bueyes. El título del mapa es Andalusia e Granada di Novissima Projezione. Este autor no señala si representa reinos, provincias o que tipo de demarcaciones. En cualquier caso, evidencia que, aunque los tres reinos fernandinos conserven en esa época su ámbito jurisdiccional constituyen unas entelequias que no merecen ni ser reseñadas.

El último mapa tiene como autor al español Tomás López de Vargas Machuca, cartógrafo español formado en Francia y que representó el territorio nacional en innumerables ocasiones, ya sea del conjunto, por regiones o por cada una de las variadas demarcaciones  jurisdiccionales del Antiguo Régimen. Si sumamos sus levantamientos de los dominios de ultramar nos encontraremos con una obra vastísima. Parece una paradoja el que nos cueste clasificar el legado de alguien que, precisamente, se preocupó por delimitar y representar con exactitud.

 Esta representación de Andalucía ha sido datada en 1757, pero se trata de una obra de principios del siglo XIX, sin que se pueda precisar el año. López falleció en 1802, por lo que puede tratarse de una impresión póstuma. Otro misterio es que fue impreso en Lisboa.

 Su simplicidad se explica porque se trata de una edición de bolsillo con finalidad didáctica (la segunda que realizó este cartógrafo según nuestros conocimientos). El título de la obra es  Adlas portatil y geographico de la Península de las Españas é islas adjacentes. Dispuesto por Don Tomas Lopez.


martes, 14 de febrero de 2023

Taller de Lettering

 


Hoy, martes 14 de febrero, ha tenido su primera sesión el taller de lettering organizado por la Biblioteca del Instituto y que se realiza en su sala de lectura.

El lettering es el arte de trazar letras con estilo, de tal forma que resulten representativas y hermosas. Una traducción aproximada sería «rotulación». Esta habilidad se encuentra más cercana al dibujo que a la escritura.  Actualiza saberes hoy prácticamente olvidados como la miniatura, la caligrafía y el oficio de los antiguos pendolistas. Evoca, igualmente, aquellos dechados o muestras de costura o bordados con el alfabeto que se exigían en las escuelas de niñas de otros tiempos.

El lettering se vincula a la tipografía y al diseño, pero en esta actividad se enfatiza la labor manual y la creatividad. Los repertorios de fuentes de textos, las variedades de fondos, contornos o sombras sirven de inspiración, pero es la habilidad del rotulista el que lleva la obra a buen fin.

El lettering se emplea para título, portadas, citas y rótulos de todo tipo. Aunque, como se ha señalado, forma parte de las artes gráficas, no está reñido con el mundo del libro, ni mucho menos. De hecho, es un buen complemento para la escritura creativa y una habilidad necesaria para todo el que se inicie en la realización de cómics.

El taller de lettering se desarrolla todos los martes en horario de recreo en la Biblioteca. Se encuentra abierto a alumnos de todos los niveles y a profesores. Aunque hoy ya ha reunido a un nutrido grupo, de momento se admite a nuevos integrantes. La biblioteca aporta todos los materiales (folios, cartulinas, lápices, rotuladores…) y las plantillas que sirven de pauta en cada sesión.

En su primer recreo, hemos contado con nuestra alumna Celia Ruiz como monitora. Con una profesionalidad envidiable ha impartido una clase práctica ciertamente magistral.




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El reportaje fotográfico de la primera sesión del Taller de Lettering en el Facebook del Instituto:

https://www.facebook.com/iesluisvelezdeguevara/posts/pfbid02EaqFW5LdCuJexfVKKVbK6yo6ZFowLJK56t2oKEdm5WSxnDS2YsySRx6ttfrFGBdHl?notif_id=1676398619241736&notif_t=feedback_reaction_generic&ref=notif

sábado, 11 de febrero de 2023

El Día de la Mujer en la Ciencia: El Efecto Scully y el Efecto Anderson

                                  

Si en las reflexiones de esta jornada ocupan una parte preponderante la visibilidad del trabajo de las científicas, por una parte, y la importancia que tienen las investigadoras como ejemplo y modelo para que las estudiantes se decidan por las consideradas “carreras de ciencias”, por otro, habrá que convenir que el llamado “Efecto Scully” es una demostración contundente de estos dos discursos, y una poderosa llamada de atención sobre los valores sobre los que asientan la jornada del once de febrero.  Eso sí, habrá que aclarar que este efecto se logró mediante formas muy poco “científicas”, de hecho, nada ortodoxas. Dana Katherine Scully no una olvidada pionera de la investigación, sino un personaje de ficción, y de una ficción muy imaginativa, pues protagonizó la más bizarra de las producciones televisivas: Expediente-X y, además, dos películas basadas en estas tramas.

Si empezamos la historia por el principio, habría que remontarse a la idea medular del creador de la serie, Chris Carter. Él quería mostrar a dos agentes del FBI investigando sucesos extraterrestres y paranormales. Fox Mulder, el varón, aparece como fervoroso creyente en el fenómeno OVNI y en todas las tesis propias del ocultismo y las teorías de la conspiración. Su partenaire, Dana Scully, por contra, se muestra en pantalla como una científica experta, con un currículum impresionante que incluye una licenciatura en ciencias físicas y un  doctorado en medicina.

Esta formación explica su talante escéptico ante las embrolladas teorías de su compañero. Carter pensó que el papel de Scully como la racional de la pareja, mientras que Mulder se dejaba llevar por los vericuetos del pensamiento mágico. Esta inclinación de Mulder hacia las corazonadas y la intuición invertían los tradicionales roles de género en la televisión.  En lo que, si continuó Carter con lo habitual y lo  establecido fue en establecer una «tensión sexual no resuelta» entre Mulder y Scully, relación que además se convirtió en tema central desde el principio. Podemos exculparlo aduciendo que la serie Luz de Luna había establecido como canónica esta forma de vínculo entre los protagonistas de  series televisivas y que los productores no hubieran admitido otras soluciones.

  Pero volvamos, a la génesis de Scully. La agente especial del FBI no podía ser la típica compañera atractiva y descerebrada del héroe. En palabras de Chris Carter «El punto de vista de Scully es el punto de vista de la serie y por eso tenía que ser construido con una sólida base científica, para que Mulder pudiera despegar desde ahí. Si la ciencia es realmente buena, Scully tiene un punto de vista válido. Mulder tiene que convencerla de que sus argumentos ya no sirven y ella tiene que aceptar lo inaceptable. Ahí está el conflicto.»

Efectivamente, en el episodio piloto, Scully es asignada a los expedientes X como compañera de Mulder, para aportar un punto de vista científico en las investigaciones de Mulder en el campo de lo paranormal; en realidad es asignada a ese cargo para desprestigiar el trabajo de Mulder. Como ya es sabido por todos, Scully descubrirá hechos que la ciencia no puede explicar (o la ciencia que ella maneja y en la que fue educada) y acabará transformándose en la mayor aliada de Mulder “El Siniestro”.

Un personaje tan innovador como el de Dana Scully no surgió de la nada. Está claramente inspirado en la Clarice Starling de El silencio de los corderos. Concretamente, no en la novela de Thomas Harris (1988), sino en la portentosa interpretación que realiza Jodie Foster en la adaptación fílmica de Jonathan Demme (1991). Para deleite de los seguidores de la serie, Mulder hará una referencia a ello en un episodio en el que él imitará a Hannibal Lecter y  llamará Clarice a su compañera.

Pese a lo revolucionario del diseño del personaje, la elección de la actriz que interpretara a Dana Scully siguió todos los tópicos sexistas, de tal forma que  la designación de Gillian Anderson, supuso un pulso a todos los estereotipos de géneros. Estamos hablando de 1993, la época en la que aún existían Mitch Buchannon (un velludo David Hasselhoff metido a socorrista) y, cómo no, C. J. Parker (su neumática compañera de socorrismos californianos, interpretada por Pamela Anderson). Se cuenta que era una C. J. Parker lo que buscaban para Fox Mulder y no una Dana Scully, es decir, que no concebían la idea de que la serie pudiese funcionar de no existir un atractivo decorativo como el que suponía Pamela Anderson. Así que cuando Gillian Anderson entró por la puerta, el productor sacudió la cabeza y dijo: "Ni pensarlo".

Pero acabó convirtiéndose en Dana Scully. Algunos señalan que la química entre Duchovny y Anderson fue instantánea. En cualquier caso, el factor decisivo fue la aprobación entusiasta de Chris Carter, que se impuso a los ejecutivos de la FOX que deseaban a una actriz con más experiencia y, sobre todo, más alta, de piernas largas, rubia y busto grande. No debe escandalizarnos que tras la primera audición le pidieran que volviese vestida con “algo más adecuado”.

Pese a todo, Carter logró  imponerse. “Ella es la persona que quiero y nadie más” fue su dictamen definitivo. El desdén con el que  la FOX recibió a Anderson por su supuesta falta de atractivo evidencia a las claras la ocasional distancia entre los gustos de los ejecutivos del entretenimiento y los del público. Durante la emisión de la serie, la revista FHM la nombró dos veces la “mujer más sexy del mundo” y People la incluyó en su lista de cincuenta personas más bellas. Nunca los pacatos trajes del FBI y las aburridas gabardinas beige habían resultado tan seductores. Anderson consiguió convertirse en un icono sexual sin enseñar ni un centímetro de piel.

Y es que, por vez primera en el mundo televisivo, una mujer no  era una madre con problemas ni una soltera con problemas, problemas, todos, siempre, relacionados con hombres. Dana Scully era, por fin, un personaje de acción, y no de reacción. Una anomalía entonces, no, afortunadamente, ahora. La agente especial del FBI  tenía una vida propia que nada tenía que ver con conquistar a ningún tipo, y su trabajo consistía en destripar muertos y mostrarse todo lo firme que la ciencia se lo permitía ante la infantil ilusión por lo paranormal de su compañero.

Añadamos que Gillian Anderson demostró también su valía como actriz. Su actuación en la serie fue reconocida con un Emmy (1997), un Globo de Oro (1996) y el premio de Sindicato de Actores en dos ocasiones. (1996 y 1997). Aparte queda el conseguir una fama de dimensiones planetarias.

En este contexto de celebridad e influencia, algunos medios comenzaron a  tratar el llamado “Efecto Scully”.  Según estas fuentes, en la década de los noventa muchas mujeres se interesaron por las carreras científicas o tecnológicas influenciadas por el personaje. En principio, no había datos que lo avalaran, por lo que ni la propia  Dana Scully lo daría por bueno sin exigir pruebas de su existencia.

Hubo que esperar a 2018 para que el efecto Scully pasara de leyenda urbana a evidencia científica. En ese año, la 21st Century Fox, el Instituto Geena Davis Ion Gender in Media y el Centro J. Walter Thompson Intelligence, publicaron un estudio que demostró de forma realista  la influencia de este personaje. Para esta investigación se encuestaron 2.021 mujeres norteamericanas de 25 años en adelante, que estudiaban o trabajaban en áreas relacionadas con la ciencia, el ámbito que los anglosajones denominan con el acrónimo ‘STEM’ (Ciencias, Tecnología, Ingenierías y Matemáticas.

Los resultados son impactantes. Para empezar, el 63% de las mujeres que hoy se dedican a la ciencia y que tenían alrededor de 12 años cuando se estrenó Expediente X, aseguran que lo más probable es que no estuviesen donde están si no hubiera existido Dana Scully. Se comprobó, además, el siguiente corolario:

1/ Aquellas mujeres que habían seguido la serie Expediente X  durante los 90 (época en que la serie empezó a emitirse), confirman haber crecido con una perspectiva mucho más positiva sobre las llamadas ‘Ciencias Puras’.

2/ Entre las mujeres encuestadas, las que se definían como seguidoras fieles de la serie, mostraban una mayor sensibilización hacia la igualdad en la orientación vocacional y consideraban fundamental el incentivo a niñas y adolescentes para estudiar carreras relacionadas con la ciencia y la tecnología.

3/ Alrededor del 50% de las mujeres espectadoras de Expediente X confirmaron que Scully fue una de las razones por las cuales su interés en las ciencias incrementó.

4/ Además, debido a la actuación y valores que demuestra el personaje de Scully, muchas de las encuestadas contaron que las ayudó a incrementar su confianza y apostar a carreras que parecían tradicionalmente masculinas.

5/ El 91% de las mujeres que participaron del estudio contemplan a Dana Scully como un modelo a seguir por niñas y adolescentes.

Lo cierto es que Dana Scully (o mejor dicho los guionistas de la serie) cometieron una serie de errores en las actuaciones de la agente especial en los laboratorios o en sus recurrentes autopsias. Pero bueno, estos fallos no invalidan su valor como referente científico.

Mucho menos conocido, sin embargo, es el que podría llamarse “Efecto Anderson”. De hecho, la denominación es de nuestra autoría. Pero lo cierto es que si el personaje marcó una pauta de cambio para las mujeres, la actriz, Gillian Anderson, ayudó a cambiar la precaria situación de las actrices en el mundo de la producción de series televisivas.

Durante las primeras temporadas de la serie tuvo que enfrentarse a agravios difíciles de digerir. A pesar de que su tiempo en pantalla era idéntico al de David Duchovny, al igual que su peso en las tramas, cobraba menos que él. Pasaron tres años antes de que sus salarios se igualaran. Los responsables de la serie no aprendieron la lección: cuando la serie se reactivó en 2016 (y Anderson no era una desconocida sino una actriz prestigiosa a la que no le faltaban ofertas), le ofrecieron la mitad del sueldo que a su compañero.

Al menos en aquel 2016, se había subsanado otro de los errores de la serie original: la total ausencia de mujeres en la sala de guion y tras la cámara, algo que la actriz había denunciado en varias ocasiones. En 2017, respondió a un artículo de The Washington Post en el que el diario denunciaba que en la serie de Carter no había ningún hombre en la sala de guion. “Y de 207 episodios tan sólo dos estaban dirigidos por mujeres” escribió en su cuenta de Twitter. “Yo también espero con ansias el día en que los números sean diferentes”.

Tras esa ausencia de punto de vista y de poder femenino se encuentra la explicación de otro desprecio sufrido por la actriz. Para fortalecer el protagonismo de Duchovny, la obligaban a caminar unos pasos por detrás de él. “Quizá consideraban que ya era demasiado revolucionario ver que una mujer tenía conversaciones intelectuales con un hombre delante de las cámaras, y pensaban que la audiencia no podría lidiar con el hecho de que además caminaran uno al lado del otro”, reveló irónica a The Daily Beast.

No tardó en imponerse, consciente de que ella era un pilar indispensable del éxito de la serie. “No recuerdo cómo dejó de producirse esa situación, pero me imagino que tendría más que ver con mis agallas que con una concesión de la cadena.” No se calló. No lo ha hecho nunca.  La actriz continua en activo. Ha realizado otros papeles que resultan igual de memorables. Y continúa siendo original, imprevisible e inclasificable.

En suma, Dana Scully es un personaje de ficción, pero ha mejorado nuestras perspectivas de futuro. Gillian Anderson es una mujer real que ha logrado, para todos, un mundo más igualitario, y, por tanto, más justo. La primera debería ser recordada cada once de febrero. La segunda debería ser tenida en cuenta cada  ocho de marzo.