jueves, 9 de enero de 2025

Libros para Sedaví

 


A principios de noviembre de 2024 nuestra antigua alumna Cintia Álvarez  nos informó sobre la desolación que había ocurrido en su lugar de trabajo, el Colegio Sedaví en la localidad homónima, tristemente célebre por la devastación de la DANA. Los profesores no pudieron entrar en el colegio hasta dos días después del desastre y la propia Cintia ha compartido en youtube un video que registra esta primera visita, un reportaje breve, pero que evidencia bien el completo estrago que ha causado la inundación. Desolación, devastación, estrago… son términos que empleamos y que resultan eufemismos ante el alcance de la catástrofe. Como el cuadro de Antonio Muñoz Degraín que encabeza esta entrada, son aproximaciones ante un desastre que los que nos hemos librado no alcanzamos a asumir.

https://www.youtube.com/watch?v=gL8n6M-jn0E

Entre las cuantiosas pérdidas del Colegio de Cintia hay que sumar la biblioteca, cuyas instalaciones y libros han quedado completamente destrozados e irrecuperables. La fotografía que nos envió es otra muestra de la magnitud de la calamidad.


Cintia nos pedía libros para empezar desde cero. Libros aptos para lectores de la ESO, fuesen lectura obligatoria o no. Desde Biblioteca nos comprometimos a ayudar y adaptamos el cartel que Cintia nos envió para la campaña de recogida de libros.

La recogida se inició con ejemplares repetidos de nuestros fondos y siguió con  la selección de obras aptas para el nivel educativo de un colegio y que formaban parte de la actividad de intercambio de libros. Mientras tanto, comenzamos a dar a conocer la actividad en las redes sociales de nuestro IES.

La respuesta comenzó siendo floja, esa es la verdad. Pero a lo largo de la semana se animó y el resultado superó nuestras expectativas y también las de Cintia, que nos agradeció nuestro esfuerzo y los frutos del mismo.

 Los profesores del Centro (y sus familias) se han implicado y han donado un montón de libros, muchos de ellos prácticamente nuevos. Algún bienhechor ha comprado (y donado) novedades literarias para esta ocasión. Al final, reunimos una caja hasta los topes y tres bolsas grandes, de la de hipermercado a rebosar. Con la ayuda del Ayuntamiento de Cañada de Rosal (cuyo desvelos deben ser reconocidos) esos libros pudieron llegar a su destino. Allí ayudarán a los niños a olvidar, aunque sea por momentos, la tragedia, allí entretendrán, servirán como modelo y sembrarán sueños.

Nos gustaría acabar con este final feliz. Pero no podemos. Las bibliotecas de otros centros educativos y también las públicas de la zona han sufrido una devastación similar. Y no hará falta señalar que no sólo se necesitan libros. Allí se ha perdido todo. Si redactamos esta entrada es para avivar la colaboración, para recordar que, si mucho han recibido, mucho más necesitan. Busquemos fórmulas para compartir, demostremos que la fraternidad y la cultura son más fuertes que la pesadilla y el lodo.

No hay comentarios: