Establecidos
en aquellos tiempos míticos en que Lola Roldán organizaba la biblioteca, el
pequeño ejército de alumnos colaboradores de la biblioteca se ha ido renovando
desde entonces y ha acabado por convertirse en una de sus señas de identidad.
Como la guardia real de los aqueménidas su reemplazo es tan inmediato que se
produce la ilusión de que permanecen para siempre. Y como los soldados persas,
también han acabado por convertirse en un cuerpo de élite en el que refulgen
nuestros mejores lectores.
Un
año más, el número de voluntarios ha superado ampliamente el número de plazas
disponibles y hemos tenido que recurrir a un proceso de selección. Hemos
aprovechado esta demostración de altruismo para aumentar su número. Y así en
los recreos de los lunes y los jueves no son tres sino cuatro los ayudantes.
En
principio, los ayudantes de Biblioteca se reclutan del primer ciclo de la ESO. La
estimación que los alumnos de este nivel muestran por los libros y la
biblioteca se debe, en gran medida, a la fructífera labor de animación a la
lectura desarrollada en los colegios de Écija. Desde aquí queremos hacerlo
notar y agradecerlo, pues nos facilita enormemente esta labor de selección y
otras muchas tareas.
Una biblioteca escolar más que un modelo de
continuidad es un paradigma de sucesión a partir de pequeños y continuos
cambios, evidencia que ya hemos demostrado más de una vez. No escapa a estas
modificaciones nuestro listado de ayudantes, por lo que señalamos que no
podemos garantizar su vigencia.
Este
es el listado oficial de alumnos ordenados por cursos:
1.º
de ESO “A”
- Estíbaliz
Benítez Ruiz.
- Jairo
Prieto Mérida.
1.º
de ESO “B”
- Hugo
González Fernández
1.º
de ESO “D”
- Adrián
Jonay Chinea Díaz
- Antonio
José García Reyes
2.º
de ESO “D”
- Domingo
Núñez Muñoz
3.º
de ESO “A”
- José Ramón Aguilar Macías
- Elena
de la Fe Martín
- Irene
Fernández Prieto
- Irene
García García
- María
Moral Sánchez
- Cristian
Rodríguez Rodríguez
- Alba
Villaécija Caraballo
Agradecemos el
caudal aportado por el Tercero de ESO “A”. Una de las causas de su compromiso
es que algunos de sus integrantes (José Ramón Aguilar, María Moral Sánchez y Adrián Rodríguez y Alba Villaécija) repiten la
experiencia de ayudante de biblioteca. Otro alumno que renueva su vínculo es
Domingo Núñez, del Segundo de ESO “D”.
Para
la confección del horario de ayudantes se procura que coincidan en el mismo día
compañeros y/o amigos para que puedan realizar su trabajo de forma más cómoda.
Por ello, la asignación de días para su
servicio es una tarea que resulta más compleja de lo que pueda parecer. En el
momento de escribir estas líneas el reparto es el siguiente:
Los
Ayudantes de Biblioteca no son los únicos alumnos colaboradores de nuestra
institución. Existen un sinnúmero de tareas para las que se necesita la
dedicación de otros alumnos. Hablamos de
colocar carteles y avisos (y también retirarlos), transformar el aspecto
de la biblioteca para algunas celebraciones y para volverla a quedar como
estaba. No olvidemos la participación como figurantes en las efemérides que lo
precisan. Dejamos para el final la ingrata tarea de repartir las citaciones
clase por clase de los alumnos que se demoran en el préstamo, pierden el carnet
de lector y otras incidencias que por tediosas que puedan parecer señalan que
nuestra institución funciona como un reloj.
Por
tanto, nuestra Biblioteca posee, como los ejércitos de la Antigüedad, un
ordenado cuerpo de élite, pero también un abigarrado conjunto de tropas
auxiliares cuyos cometidos resultan de lo más diverso, cuya organización de
mando se manifiesta, cuando menos, confusa y, en definitiva, cuya descripción
escapa a cualquier sistemática. Que su colaboración resulte ocasional señala
que, precisamente, su labor es más que oportuna y que a lo largo de lo que
llevamos de año, por poner un ejemplo, su labor ha sido clave para sacar
nuestros proyectos adelantes.
A
estas alturas de nuestro discurso la comparación entre Ayudantes y
Colaboradores parece imponerse, pero no la encontramos pertinente. Los primeros
no prestan su tiempo, doblemente valioso, porque es el tiempo del recreo y los
segundos se encuentran disponibles el resto de la jornada escolar. Ambos nos
resultan necesarios y sus labores se complementan. Únicamente que los primeros
gozan de más nombradía que los segundo, pero para eso los incluimos en esta relación.
Una
historia de los segundos, estos Irregulares de Baker Street sería muy
corta, porque pasan por la historia de nuestra biblioteca sin registro y por
tanto sin pena y sin gloria. Lo cierto es que su fundación antecede a la de los
propios Ayudantes, pues antes de poner en marcha a la Biblioteca hubo que
recurrir a una multitud de alumnos para las tareas más diversas, desde la
instalación del cableado al transporte de las estanterías.
Una
cosa es segura: ya sea como ayudante, ya sea como colaborador, el esfuerzo de
nuestros alumnos sostiene nuestra biblioteca y garantiza su futuro.
La imagen del relieve de Persépolis procede
de la plataforma fotográfica Flickr:
Persian
and Mede soldiers . | Relief from Apadana hall at Pe… | Flickr
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