lunes, 5 de septiembre de 2022

Feli González: Semblanza de una bibliotecaria

 


La labor de gestionar la biblioteca resulta muy gratificante, pero no olvidemos que se trata de una tarea ardua, de tal forma que ocuparse de su coordinación, no es ni mucho menos un premio o una sinecura. El recuerdo de quienes la han ejercido es memoria de personas altruistas y entusiastas.

Habría pues que remontarse al curso 2006-2007 cuando Lola Roldán comenzó su andadura como coordinadora de biblioteca. Evidentemente, la biblioteca ya existía desde hacía mucho antes, pero su funcionamiento se limitaba a almacenar libros y a ponerlos a disposición de los pocos lectores existentes ya sea en la sala de lecturas o fuera de ella mediante un anquilosado servicio de préstamo.

Lola Roldán significó para la biblioteca una verdadera revolución. Catalogó entonces todos los libros, puso en marcha el abies, inició el grupo de alumnos ayudantes, dinamizó las actividades, buscó celebraciones para los días más señalados del calendario escolar..., en fin, convirtió la biblioteca en lo que es ahora.

Lola Roldán dejó el Vélez en el curso 2009/2010. Fue para acercarse un poquito más a su casa, como decimos los profesores. Le sucedió en el cargo Isaac Páez, que tuvo que abandonar el cargo al poco tiempo por una incompatibilidad burocrática. Llegó el turno entonces de Miriam Alcantarilla. Esta profesora se propuso conservar y continuar el legado roldaniano y lo consiguió. A los certámenes y actividades ya existentes unió otros nuevos, en especial el Cementerio de los Libros Olvidados y Las Jornadas del Cómic. Promovió, además, un grupo de profesores comprometido y eficaz.

A inicios del curso 2017/2018 Miriam Alcantarilla se vio obligada a abandonar la coordinación de la biblioteca para asumir un destino aun más ingrato: su participación en el Equipo Directivo del Vélez. Fue entonces cuando Feli González asumió el reto.

Si la reseña de su labor al frente de la Coordinación de la Biblioteca ha exigido esta hazañosa introducción, es para marcar la continuidad con la gestión de sus predecesoras. Al igual que Miriam, Feli ya llevaba años desempeñando una labor tan callada como competente en el equipo de profesores y conocía sobradamente las líneas maestras de la administración de la biblioteca de nuestro IES.

Y las conocía también que, sin rubor, puede afirmarse que las llevó a la plenitud. Los certámenes como el Nulla Dies Sine Linea suscitaron una verdadera avalancha de participantes. Actividades como los ya citados Cementerio de los Libros Olvidados y Las Jornadas del Cómic conocieron un esplendor desconocido. Cada recreo, la biblioteca llegaba al lleno absoluto de alumnos y el servicio de préstamo experimentó una subida sin asíntota. Queremos remarcar que estos logros deben ser contemplados como éxitos de Feli, pero también como remate de una labor iniciada mucho antes por sus predecesoras.

Feli también puso en marcha iniciativas propias como las campañas Un libro, una ilusión o Lecturas destacadas. Sus exposiciones en el pasillo principal ya fueran por el Día de la Lectura en Andalucía, Las Jornadas del Cómic o por otras efemérides fueron un modelo de inventiva y preparación. Deben mencionarse también la actividad de Intercambio de Libros y el concurso Cara-Libro, que, si no fueron idea suya, contaron con su colaboración más decidida.

Los logros de su gestión no acaban ahí. Continúo la labor de seleccionar un grupo de profesores, hasta perfilar un equipo marcado por el compromiso con la biblioteca y la animación lectora. Paralelamente, enriqueció la biblioteca con un acervo impresionante de libros. En su selección buscó tanto la satisfacción de nuestros jóvenes lectores como la de perfilar un panorama representativo de la literatura universal, un difícil equilibrio entre las novedades del momento y los imperecederos clásicos. En esto, como en otras tantas acciones se evidenciaba un auténtico amor por los libros y un consiguiente esfuerzo por animar a su lectura.

No podemos olvidarnos del paso del Abies al Séneca. Esta reforma exigió un considerable trabajo que se prolongó durante más de un curso. Afortunadamente tanto la coordinadora como su equipo demostraron estar a la altura del reto.

Y llegó marzo de 2020. Y la temporada de auge que hasta entonces vivía la biblioteca se trocó en desolación. Cuando volvió a abrir sus puertas en septiembre de 2020, fue como sombra de lo que había sido. Sobrevivió como aula de convivencia y se vio sometida a terribles rigores en cuanto al aforo de lectores. Este panorama se ha prolongado durante dos largos cursos, 2020-2021 y 2021 -2022.

No obstante, en este periodo de aflicción nuestra coordinadora no se arredró. Es más, dio entonces las muestras más evidentes de su talento y de su compromiso con la empresa civilizadora que significaba la biblioteca. Consiguió que la biblioteca continuara abierta, mantuvo el servicio de préstamo y demostró tanta tenacidad como inventiva para ir reflotando las Jornadas del Cómic y otras actividades de animación lectora.

Como antaño Lola Roldán, Feli se despide de nosotros en este curso para acercarse un poquito más a su casa. Nos deja una biblioteca bien gestionada, plenamente recuperada de las estrecheces de la pandemia y con un equipo de profesores coordinado y rebosante de entusiasmo. Nos cede también varias hornadas de escolares que, bajo su férula, han aprendido a disfrutar de la lectura, a iniciarse en la creación literaria o a manejar las claves del arte de la historieta.  Que la pena que nos causa su ausencia se redima en continuar todo este impresionante legado.

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