jueves, 29 de septiembre de 2022

El Día Internacional de la Traducción

 


El Día Internacional de la Traducción se celebra cada año el 30 de septiembre, fecha en que se conmemora el fallecimiento de San Jerónimo/Jerónimo de Estridón, santo patrono de los traductores por emprender la composición de la Vulgata, la versión más conocida de la Biblia en latín. La celebración ha sido promovida por la FIT (Federación Internacional de Traductores) desde la creación de esta asociación en 1953. En 1991 la FIT lanzó la idea de un Día Internacional de la Traducción oficialmente reconocido, para mostrar la solidaridad de la comunidad de traductores en todo el mundo en un esfuerzo por promover la profesión de traductor en los diferentes países.

En 2017, la Asamblea General de las Naciones Unidas aceptó el reto y decide declarar el 30 de septiembre Día Internacional de la Traducción e incorporar esta conmemoración a su calendario de efemérides. Con esta declaración se reconoce la labor de los intérpretes y profesionales lingüísticos y al importante papel que desempeñan en acercar a las naciones, También se quiere rendir un tributo a los traductores profesionales, responsables de trasladar de un idioma a otro una obra literaria o científica.

Desde 2014 la FIT viene escogiendo un lema para esta efeméride. El de 2022 es Un mundo sin barreras: El papel de los profesionales de la lengua en la construcción de la cultura, el entendimiento y la paz durarera (A World without Barriers: The Role of Language Professionals in Building Culture, Understanding and lasting Peace).

A partir de ese lema, convertido en fuente de diseño e ilustración, el Consejo de la FIT convoca un concurso anual de afiches. El ganador de este año ha sido un español, el madrileño José Luis Pulido Calvo. Reproducimos a continuación la obra que le ha otorgado la victoria.



Bien vienen todos estos reconocimientos para un oficio que, tradicionalmente, ha oscilado entre la invisibilidad y la mala fama, con el tópico de traduttore traditore como perpetuo baldón. El lector avezado recordará las pésimas versiones hispanas de los clásicos infantiles británicos o las pintorescas versiones realizadas de Agatha Christie y otras figuras de la literatura de kiosco. Pero este anecdotario pulp no debe ocultar la trascendencia de una labor que ha forjado algunos de los episodios más gloriosos de nuestra historia, en particular las medievales escuelas de Traductores de Toledo y de Sevilla, o la traducción de la Biblia al castellano realizada por los monjes del monasterio de Santiponce y que culminaría en la Biblia del Oso de Casiodoro de Reina, uno de los monumentos de la literatura de nuestro Siglo de Oro.

El Día Internacional de la Traducción no solo sirve para reavivar pasadas glorias. Nos recuerda una realidad cada vez más acuciante. La propia ONU al reconocer la jornada visibiliza el ejército de trabajadores de este sector que sirven en esta institución y en sus filiales. Los medios digitales prestan un valioso servicio en esta tarea, pero, a día de hoy, todavía se encuentran muy lejos de aportar los matices que el intérprete avezado domina y la seguridad que aporta su trabajo. El exceso de literalidad, los falsos amigos, los dobles sentidos son trampas en las que la cacareada inteligencia artificial cae a las primeras de cambios. Por poner un ejemplo, la revolución de las series servidas por plataformas digitales no sería posible sin la celeridad de los traductores que trabajan desde sus casas para acortar los plazos de entregas o sin la disponibilidad de los redactores de subtítulos o los actores de doblaje.

De la misma forma que creíamos factible llegar a un traductor universal, también dábamos por hecho que el inglés sería el idioma universal, el nuevo latín, la lingua franca que sancionaría el triunfo de Occidente y el fin de la historia. Hoy vemos como el castellano recupera terreno y plantea batalla, mientras el chino, el ruso o el árabe exigen cuotas de representación cada vez mayores. Repetimos que, en estas circunstancias, el traductor, el intérprete y el actor de doblaje son obligados compañeros de viaje. En una globalización cada vez más descarnada, el conocedor de dos (o más) idiomas adquiere una reverencia digna de los héroes o los sacerdotes. Existen palabras para todo y reivindicamos el olvidado término truchimán para estos pontífices del entendimiento.

El Día Internacional de la Traducción es una de las efemérides vinculadas con el libro y la lectura que el Centro Andaluz de las Letras conmemora cada año en colaboración con otras entidades y asociaciones. Hasta el momento, la jornada se ha celebrado siempre en Málaga, en la propia Sede del Centro Andaluz de las Letras y con una conferencia como acto central. Suman ya nueve años (y consecutivos) en los que se ha contado como conferenciantes a traductores literarios de reconocido prestigio. Muchos de ellos cuentan con el Premio Nacional de Traducción y otros grandes reconocimientos.

En el presente 2022, el Centro Andaluz de las Letras, y en colaboración con ACE Traductores (sección autónoma de la Asociación Colegial de Escritores de España) y el Máster en Traducción para el Mundo Editorial de la UMA y con el apoyo de la asociación Cedro conmemora el Día Internacional de la Traducción con la conferencia «Del texto original a los lectores: primera escala, la traducción» a cargo de la profesora de traducción Carmen Francí. La fecha es el propio día 30 de septiembre y de la presentación del acto se encargará el traductor y editor Elías Ortigosa Román.

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 La imagen es un collage realizado por la artista francesa Nadia Diz Grana. La procedencia de la imagen es la siguiente:

https://courier.unesco.org/zh/articles/fanyilianjieshijie

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