El poeta leonés Antonio Colinas nació un 30 de enero de 1946. La lectura de sus poemas, claros y de mesurada emoción, nos deleita en medio de una realidad, a menudo, oscura y confusa.
Con cierto retraso, lo traemos a nuestro blog de la biblioteca. Con este poema de su magnífico libro Tiempo y abismo, queremos felicitar a un compañero nacido un 30 de enero, bastante más joven que el poeta, pero que estamos seguros que sentirá revivir algún recuerdo con estos versos.
La casa de los veranos de oro
Debo escribirte para no perderte,
pequeña casa de la infancia de los veranos de oro,
en la que lo más negro de ti siempre será
para mí lo más blanco:
el muro del corral de piedras negras,
el suelo de éste, con el manto oscuro,
crujiente de las hojas de la encina
y el horno con cenizas o con fuego,
pero siempre al amparo del hollín de su cúpula.
O aquel otro negror de la amplia campana,
o de la chimenea, por donde ascendían
el humo y el calor de nuestra sangre.
Te imagino negra, negra como las losas
que arrastraron nuestros antepasados,
desde las ruinas de los castros celtas,
para fundir el lar
donde se adormecían las llamas de las jaras.
(.....)
Pequeña casa de la infancia pura,
refugio de los veranos de oro,
hoy eres negra y mansa en mi memoria,
negra y hermosa como el firmamento,
pues en ti parecía estallar
la luz de cada estrella.
Eras negra y profunda como tiempo sin fin
y, sin embargo, como la noche,
también eras finita, presagiabas el alba,
la luz primera, pálida y suave
que siempre hubo y que habrá en mí
mientras aún tiemble
cual pabilo de vela
mi vida.
2 comentarios:
Un regalo estupendo, Gracias Lola.
"Bene merenti", amice.
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