miércoles, 23 de abril de 2025

Novedades de nuestra biblioteca: «El Lirio Blanco». Una aventura de Astérix con guion de Fabcaro y dibujo de Didier Conrad

 


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Autores: Fabcaro (Guión) y Didier Conrad (Dibujo).
Título: El Lirio Blanco (L’Iris Blanc)
Historieta
Editorial: Salvat
48 páginas

El Lirio Blanco (en francés, L’Iris Blanc) es el álbum n.º 40 de la serie Astérix el Galo. Es el sexto álbum de Astérix en que no participan ninguno de sus creadores originales; en su lugar Fabcaro se encarga del guion y Didier Conrad del dibujo. Esta obra vio la luz en el año 2023.

«El Lirio Blanco» es el nombre de una nueva corriente de pensamiento positivo procedente de Roma que comienza a extenderse por las principales ciudades del Imperio, desde la capital hasta Lutecia. César decide que ese método puede tener un efecto benéfico en los campamentos romanos que rodean la famosa aldea gala, pero los preceptos de esa escuela llegan también a los lugareños que se cruzan en su camino…

En esta aventura se nos presenta a un nuevo personaje, Tulio Viciovirtus, médico jefe del ejército romano que recuerda mucho a los actuales gurús de la autoayuda. Evidentemente, el cómic pretende hacer una crítica a la proliferación de este tipo de corrientes que, en forma de libros, seminarios o mensajes en redes sociales, inundan cada vez más el día a día de las personas.


Merece la pena destacar la labor del dibujante, Didier Conrad, que ha realizado una excelente imitación del estilo del fallecido Uderzo, hasta el punto de ser indistinguible uno del otro. Esta mímesis no supone acartonamiento. Conrad sabe organizar las escenas u otorgar dinamismo a los personajes con sobrada eficacia. También merece elogio el trabajo del colorista, Thyerri Mébarki. Ha conseguido el difícil equilibrio entre lo antiguo y lo nuevo, entre la policromía tradicional de los álbumes considerados como “canónicos” y atrevimientos como el de las viñetas del concierto a la luz de las antorchas. Conrad y Mébarki llevan con esta obra, seis Aventuras de Astérix en colaboración y, obviamente, conocen bien su tarea y han aprendido a trabajar de forma conjunta.


Fabcaro (Fabrice Caro), en cambio, se incorpora al equipo. Según los críticos, el guionista de los cinco álbumes precedentes, Jean-Yves Ferri, habría sido reemplazado tras las malas críticas y peores ventas de la que fue su postrera obra Astérix tras las huellas del grifo.

Al aceptar guionizar a Astérix, Fabcaro cumplía el sueño de su infancia, pero se enfrentaba a retos muy difíciles de superar. El principal colocarse a la altura del ya mítico Goscinny. El segundo confeccionar un álbum que manifestase continuidad con la serie, pero que a la vez incorporara novedad y frescura a esta franquicia.

Las valoraciones sobre estos logros han sido muy diversas. No puede negarse que Fabcaro se ha tomado su trabajo en serio y que procura enlazar su producción con aventuras anteriores, especialmente con los Laureles del César, hace desfilar a los personajes secundarios, introduce los juegos de palabras y juega también con los nombres a la antigua. Goscinny puede sentirse orgulloso de su sucesor.

El mayor reparo es que parece haber heredado de Goscinny y de Uderzo la defensa a ultranza de los valores considerados como tradicionales. Los creadores de la serie eran hijos de su tiempo y resulta lógico que en algunos aspectos hayan envejecido mal. No tiene justificación, en cambio, las perspectivas de Fabcaro.

Que el mindfulnnes y el coaching son dignos de crítica, es una afirmación que no admite duda. Incluso que resultan ridículos y risibles. Pero no puede asumirse que el guionista meta en la misma olla a las dietas, el teatro moderno o el arte contemporáneo. Tampoco Fabcaro se preocupa por demostrar la superioridad de lo tradicional. Una vez más se recurre al legitimismo: lo tradicional es lo bueno por qué es lo que se ha hecho siempre.


Se plantea como novedad, casi como una revolución, la crisis matrimonial de Karabella y Abraracúrcix, pero este matrimonio siempre ha estado a la gresca. La solución del conflicto se encuentra muy lejos de los valores de la sociedad actual. Una vez más, la esposa perdona al esposo y se inicia una segunda luna de miel, no un reparto de las tareas domésticas o una recalificación del puesto de cada cónyuge. Esta solución se remonta a Penélope, puede que incluso a alguna desventurada anterior, pero en estos tiempos ya no convence a nadie.

En la mañana de su abandono del hogar conyugal, Karabella deja escrita una nota. Su marido lo advierte, pero cree que lo que está redactando es la lista de la compra. Es una anécdota que mientras más se cuenta menos divertida parece. Cuando contemplemos el patetismo que encierra, caeremos en la cuenta de cuán grande es la ceguera de algunos.



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