domingo, 13 de noviembre de 2022

Rafael Cadenas - Premio Cervantes 2022

 


Un año más se ha buscado la medianía de noviembre para la revelación del nombre del ganador del más prestigioso de los galardones de nuestra literatura. Tradicionalmente se suele conocer el fallo del jurado a mediodía, hora española, pero llevamos ya tres años en las que el veredicto se hace público cuando la tarde se funde ya en negro. Mi esmarfon anotó el aviso a las 18:54 horas.

En esa hora incierta que los periodistas llaman la tarde-noche, el ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, dio a conocer al merecedor del premio en una rueda de prensa organizada en la sede madrileña del Ministerio. La distinción recayó en el escritor venezolano Rafael Cadenas.

Los amantes de los patrones y de las inútiles, pero terribles, simetrías se apresuraron a denunciar que con esta elección se incumplía la alternancia tradicional del galardón: esa norma, no escrita por la cual el Premio Cervantes recae un año en un escritor español y al siguiente 'viaja' al otro lado del charco para reconocer a un autor de ultramar. Eso sí, se ha seguido el dictado del imperio de las correspondencias en escoger un autor varón tras premiar el año pasado a una mujer, Cristina Peri Rossi.

El equilibrio entre sexos nos parece imprescindible. La alternancia entre las dos orillas del Atlántico, en cambio, no creemos que debiera ser observada. No se puede concebir que haya que esperar cuarenta y seis para que un país como Venezuela obtenga al fin representación entre los premiados de este certamen. Precisamente fueron dos venezolanos, Andrés Bello y Rafael María Baralt, los que impidieron que se rompiera el vínculo entre los hispanohablantes de ambos hemisferios tras la emancipación. Con el premio a Rafael Cadenas se reconoce la contribución del país del Orinoco a la lengua y literatura castellana y, en parte, se enmienda el error de haber ignorado a un coloso de la talla de Arturo Uslar Pietri.

Señalemos que Cadenas forma parte de una racha de poetas reconocidos por el Cervantes. Le precedieron Ida Vitale, Joan Margarit, Francisco Brines y Cristina Peri Rossi. Nosotros no tenemos preferencias por este u otro género, pero admiramos la valentía de quienes se consagran a la más exigentes de las disciplinas literarias y reconocemos el mérito también de los tribunales que valoran un tipo de escritura exquisita, personal y que no suele estar al alcance de todos.

Como suele acontecer con los ganadores de este certamen, nos encontramos ante un escritor longevo, con una extensa producción y con una carrera literaria marcada por otras prestigiosas distinciones. Nosotros animamos al jurado del premio a seguir por esta senda y creemos que el propio “cervantes” gana presentándose como culmen de una vida dedicada a la literatura más que como brújula de nuevos talentos. Todavía queda una pléyade de autores consagrados que esperan este reconocimiento y que, a diferencia de las jóvenes promesas, no pueden esperar ya muchos años.

Desde esta perspectiva, no debe extrañarnos que Rafael Cadenas partiese como claro favorito, por lo que su elección no ha sorprendido a nadie.

Pasemos ahora a realizar una semblanza sobre el autor del año.

Rafael Cadenas nació en la localidad de Barquisimeto, en 1930 en el seno de una familia arquetípica: acomodada, conservadora y numerosa. Lector voraz desde su infancia, sus inicios como escritor fueron también precoces: su primer libro Cantos iniciales fue publicado en una fecha tan temprana como 1946. Desde entonces hasta la fecha, nuestro autor  ha destacado como poeta y ensayista.  Deja a la posteridad más de una veintena de libros publicados –más de 19 libros de poesía y hasta nueve ensayos sobre la literatura, la vida y el lenguaje–. Destacan  además sus numerosas traducciones del inglés y el francés de algunos de los escritores que admira, como Walt Whitman.

Entre los libros más importantes de Cadenas destacan Los cuadernos del destierro (1960), Falsas maniobras (1966), Memorial (1977), Intemperie (1977), Anotaciones (1983), Amante (1983), Dichos (1992), Gestiones (1992,) Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística (1995) y En torno a Basho y otros asuntos (2016).

Su obra completa está publicada en España por la prestigiosa editorial Pre-Textos, que también tiene en su catálogo una nutrida selección de sus traducciones y ensayos.

Su producción literaria ha sido galardonada con premios importantes, entre los que se cuentan los nacionales de Ensayo (1984) y de Literatura (1985), el San Juan de la Cruz (1991), el Premio FIL de Guadalajara en Literatura en Lenguas Romances (2009), el Internacional de Poesía Federico García Lorca (2015) y el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2018). Su obra ha sido traducida, además, al francés, al italiano y al inglés. Que una de las lumbreras de nuestra lengua sea poco conocido a este lado del Atlántico mueve a más de una reflexión y ninguna buena.

Cadenas ha compaginado la creación con la enseñanza desde su puesto catedrático de literatura en la Universidad Central de su país y con una comprometida militancia política en el Partido Comunista de Venezuela, que le supuso en la década de los cincuenta la cárcel y el exilio en la isla de Trinidad durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Ya en los 60 el descubrimiento de los crímenes de Stalin, lo llevó a renunciar al comunismo, actitud que demuestra una honestidad poco común entre los intelectuales de la época. Ese abandono de los ideales que hasta entonces habían marcado su vida, es la clave se puede explicar su poema más famoso, Derrota, lo que tiene de fatalidad y lo que tiene de rebeldía.

Pero su compromiso político no es un episodio del pasado. Durante las últimas dos décadas, la figura de Cadenas ha tomado un peso moral casi heroico en su país, pues decidió quedarse en su patria eligiendo el exilio interior cuando el régimen bolivariano ya era obviamente hostil a los escritores como él.

Miquel Iceta al leer el comunicado del tribunal literario justificó de esta forma  al autor y su obra: “Por su vasta y dilatada obra literaria, el jurado reconoce la trascendencia de un creador que ha hecho de la poesía un motivo de su propia existencia y la ha llevado hasta alturas de excelencia en nuestra lengua. Su obra es una de las más importantes y demuestra el poder transformador de la palabra cuando la lengua es elevada, es llevada al límite de sus posibilidades creadoras. Cadenas hace destilar de las palabras su esencia deslumbrante, colocándolas en el territorio dual del sueño y la vigilia y haciendo que sus poemas sean una onda expresión de la existencia misma y del universo, poniéndolas también en una dimensión que es mística y a la vez terrenal”.

Como sucedió el año anterior con Cristina Peri Rossi, con la concesión del Cervantes a se premia una obra (extensísima) y una trayectoria vital ejemplares. Pero también se reconoce la honestidad de un escritor y un compromiso político con mayúsculas. Cadenas, apellido premonitorio, deja un testimonio literario, pero también una lección de vida. Hagamos nuestras sus palabras. "Sólo en un sitio puede ser derrotada una sociedad: en el pecho de cada hombre". Y otra afirmación digna de bronces, mármoles y marfiles: "La democracia es una cuestión interior. Hay que ser demócrata en todo momento: en la calle, en el trabajo, en el hogar.

Concluyamos con que un año más, ese destierro y ese exilio que parece unir a los escritores  de las ínclitas razas es rememorado y puesto al día. Hicieron bien los promotores del certamen en escoger a Cervantes como signo y seña, pues él también sufrió las incomodidades de la cárcel e intentó buscar fortuna allende el océano.

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La fotografía del escritor procede de la red social Twitter:

https://pbs.twimg.com/media/DqM6U5jWsAABRdl.jpgç

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