domingo, 5 de mayo de 2019

Manifiesto I Fiesta de las Letras Ecijanas – Astigiletras 2019



MANIFIESTO I FIESTA DE LAS LETRAS ECIJANAS – ASTIGILETRAS 2019

 Es para ti, esta Fiesta de las Letras Ecijanas – Astigiletras 2019 es para ti. Leamos, vivamos, brindemos. Y esta primera aventura comienza por una respuesta, la de los centros educativos ecijanos llamados y coordinados por la Asociación Cultural Ecijana “Papel y Tinta” para celebrar el Día del Libro. Celebremos la Lectura. En este día recordamos y reivindicamos que el libro y la lectura están estrechamente ligados a los valores más nobles de nuestra condición humana: la libertad, la tolerancia, la solidaridad y demás componentes éticos y morales que deben alumbrar nuestra existencia. El libro es un instrumento mágico que ha tenido siempre y continúa teniendo una grandísima importancia en cualquier ámbito de nuestras vidas, por ello siempre conviene celebrarlo. Es de justicia el hacerlo procurando que su luz cobije cada vez más a todos los seres humanos, en especial a los que por diversas circunstancias geográficas, sociales económicas o familiares, no están en condiciones de poder ser alumbrados por su mágico resplandor. El poder de los libros y de la lectura nos hará –abrimos el libro, cualquier libro– libres.

    Los libros nos ayudan a vivir, nos hacen dueños de nuestro tiempo. Los libros tienen el poder de transformarnos, porque con la lectura salimos del reducto de nuestro pequeño mundo, el que hemos heredado o que nos han impuesto, y vemos la vida y sus conflictos con los ojos de los demás. Y el Libro con mayúscula, para nosotros, no puede ni debe ser otro que el Quijote, y lo que Cervantes cuenta en su novela ejemplar, a veces con desmesura en el sueño del caballero o con la común sabiduría popular en Sancho, es un retrato vital, en su tiempo y ahora, de nuestra ciudad y de nuestro país, de nosotros. Si los tiempos cambian, los personajes que se mueven por el impar escenario cervantino son tan de carne como eternos, y esa galería de caracteres no pierde actualidad. El libro de los libros, con su alteza de miras a la que sigue como sombra la deformante comicidad, nos convoca a vivir en la medida justa de lo humano. Libro de luz, el Quijote nos adentrará en la aventura. 

 Para ser dueños de nuestras opiniones y nuestros sentimientos, debemos ser dueños de nuestro tiempo. El libro nos alumbra como una linterna que irradia su luz desde variadas ópticas. Con la lectura iniciamos el diálogo inacabable con quienes hablaron antes que nosotros, con quienes nos escribieron para que percibiéramos, en ese lenguaje el soplo de la solidaridad, de la humanidad, de la eternidad: tal vez no somos conscientes del regalo que significa la escritura: el poder, por ejemplo, dialogar con Homero, con Platón, con Cervantes, con Shakespeare, con Goethe, con Galdós, con Machado, con Lorca… con todas esas miles de voces, también ecijanas, que nos han  obsequiado las letras. Tendríamos que agradecer a los grandes escritores que nos siguen acompañando a lo largo de la existencia esa posibilidad de iluminarnos, de enriquecer nuestra sensibilidad y, con ello, nuestras ideas, nuestras visiones del mundo y de la vida: han sostenido en sus manos ese instrumento que ellos mismos han recargado con sus mejores haces de luz.

Y en esta ecijana conmemoración primaveral, ante un mundo líquido marcado por armas inteligentes, las Letras de los clásicos ecijanos, como Luis Vélez de Guevara, también cobran actualidad cuando proclaman la paz como el mayor bien para los hombres. Instrumentos de paz son los libros: todos encaminan a la verdad del conocimiento propio, a la íntima comunicación interior con nosotros mismos. El libro es la mejor bandera blanca al viento para la paz de igual manera que las palmas de las manos enharinadas pidiendo la solidaridad y el repudio contra el terrorismo. Leer en libertad es un arma pacífica nunca bien vista por los gobiernos absolutistas y totalitarios, porque un libro y otro libro pueden despertar el ejercicio de pensar y con ello exigir libertades. Porque caminamos en libertad y sólo así podremos ayudar a construir un mundo mejor. Todos debemos servir a esa revolución en la que la palabra se constituye en el arma capaz de luchar decididamente por la paz y la justicia de los pueblos. Leer es encontrar la paz, condenar la guerra, las matanzas, la falta de libertades. Abordemos pues el ejercicio bello de la lectura boca a boca, la lucha contra el hambre, la miseria, la explotación y la ignorancia. Leer nos “enmienda” de algún modo, rectifica por así decirlo nuestra propia experiencia.

 Leyendo voy, viajando vengo. Los libros son espejos y ventanas: ¿cuántas veces las selvas sombrías de los acontecimientos nos agobian en oscuridades y unas páginas humildes de Papel y Tinta nos deslumbran clarividentes, como lámparas encendidas en una ventana al ocaso? Son los libros como espejo de vida, páginas lunarias donde el lector se encuentra y ve su rostro. Con la lectura aprendemos a mirar a nuestro alrededor, al mundo en que vivimos, a tener nuestro propio criterio sobre lo que ocurre en él. No apaguemos nunca la luz de los libros; ellos nos hacen plurales y tolerantes, amplían nuestra mirada a mundos desconocidos, libres, lejanos, realizables, y no pensemos en mundos sidéreos, si no en esa voz que se levanta del libro y nos va descubriendo en diálogo intenso nuestro propio yo. Un texto es tan revelador como un espejo en acusar la obstinación o los cambios. Los libros son mensajes abiertos que sonríen a la vida y al amor pese a todo. 

Nuestra época, en la que la tecnología se impone a todo ritmo y las novedades en todos los órdenes surgen sin apenas tiempo para asimilarlas, es, sin embargo -no lo olvidemos- el período en que existen más lectores, una mayor producción editorial y un mayor potencial en la difusión del libro. Y es que el libro es un peligro, el mayor enemigo en una sociedad consumista y alienada, quienes leen piensan, quienes piensan analizan, quienes analizan exigen. Piden la paz y la palabra, porque la palabra escrita es la mejor compañera de nuestras soledades, la creadora de personalidad, la que nos defienden de la agresividad del consumo y la manipulación de los poderosos, de los políticos corruptos y mercantilistas. La que nos muestra una luz que nos hace sentirnos personas humanas y soñar con la utopía. El libro es el mejor símbolo del pensamiento, de la cultura, de la memoria histórica y de la creación literaria. Un buen libro bien leído dura mucho tiempo. Se enraíza en nosotros y nos acompaña con su presencia cambiante y perturbadora. Y este objeto es tal vez la mejor medicina para la conservación de la espiritualidad, para el cultivo y el desarrollo de la inteligencia, para la pervivencia del pensamiento en libertad. 

 Leer, sí. Continua y apasionadamente. Leer en cualquier soporte y sabernos y transmitirnos y continuarnos. Leer. Y escribir, porque la lectura exige una escritura previa. Decirnos lo que sabemos y preguntarnos lo que ignoramos. Decir lo que no queremos que se olvide o alguien quiso que no olvidásemos. Por eso, y por encima de todo, leer nos otorga las palabras necesarias para defendernos, manifestarnos y definirnos. En ellas encontramos expresadas nuestras sensaciones, formulados nuestros interrogantes, precisadas nuestras certezas pero, fundamentalmente, nos encontramos enfrentados con nosotros mismos para dialogar o combatir. El escritor un constructor de puentes, en este caso de un puente entre lo que él crea y lo que el lector recrea.  ¿Quieren ustedes vivir? Lean. ¿Quieren vivir más años, con más intensidad, más variedad, más alegría? Lean más. Celebremos ASTIGILETRAS 2019 reflexionando sobre nuestro derecho a soñar y a luchar por un mundo mejor, ilustrando nuestro deseo con esos magistrales versos de Rubén Darío:

El libro es fuerza, es valor,
es poder, es alimento;
antorcha del pensamiento,
y manantial del amor.



Fuente: Centro Andaluz de  las  Letras:
 http://www.juntadeandalucia.es/cultura/caletras/content/manifiestos-favor-de-la-lectura-1999-2018

 

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