
miércoles, 26 de noviembre de 2008
A M. que ama el mar.

martes, 25 de noviembre de 2008
Por aquí empezamos
Los libros vienen al Vélez y algunos se quedan para siempre. Les abrimos las puertas y fueron nuestros por unos días. Madres, alumnos, profesores, PAS... estuvimos llamados a encontrarnos con ellos. El vestíbulo era distinto. Es verdad que el trabajo fue grande, pero como decían los griegos, "lo hermoso es difícil" siempre, siempre, añado yo.
Por sus gestos lo conoceréis
J.M. trajo el otoño con sus frutos de color a nuestra Feria, y ahí supe que habíamos de triunfar. Era el arco de ramas frescas y olorosas por el que entraba el arte y el adorno al recinto de nuestra modesta Feria del Libro de 2008.
Gracias, paisano.
lunes, 24 de noviembre de 2008
Humildes tesoros
Llegar allí y disfrutar del ambiente libresco ha sido la recompensa de un trabajo de colaboración de profesores y alumnos digno de los mayores elogios. Desde las naranjas decorativas de J. Manuel Toledo, los ayudantes de Biblioteca de 4º ESO, los profesores bibliotecarios, los demás que se sumaron al trabajo con una magnífica generosidad en su tiempo, Paco, Manolo, Juan, etc, etc..... (se quedan en el tintero muchos que han hecho posible la Feria del Libro). Gracias a todos ellos hemos conseguido que sea un éxito, así la han valorado en los cuestionarios los visitantes. El curso próximo será mucho mejor porque vamos aprendiendo poco a poco.
Los humildes tesoros del mar sembrados en la arena. Belleza efímera, distinta que traen las olas.
martes, 11 de noviembre de 2008
Dedicado a una alumna cansada
Cada libro es un camino

Siempre he pensado que coger un libro entre las manos y, si puede ser, con la avidez de un buen lector, puede conducir por singulares caminos la imaginación dormida en lo cotidiano. A veces sucede que es el libro el que te ha cogido, y eres un instrumento para dar vida a un fantástico relato, o la voz de un personaje sumergido en una historia, o la inteligencia necesaria para un teorema matemático, físico o filosófico. Por eso, visitar una surtida librería, bien llevada por bibliófilos expertos, amables y pacientes con los visitantes curiosos, puede ser una ocasión placentera no exenta de cierto y adictivo dolor por no poder poseer de inmediato los ansiados títulos que sobrepasan la maltrecha economía de una bibliotecaria escolar.
Estoy pensando en una maravillosa librería donde Ana esparce su trabajo silencioso, mientras Bach nos aleja del ruido del centro de una gran ciudad. Un viejo teatro donde se dejan las cortas horas vespertinas buscando, buscando... A veces se me olvida que, al subir al escenario donde está la poesía, hay tras de mí una larga estela de ansiedades jóvenes guiando mis pasos.
Gracias a la AMPA y a la labor de su presidenta, Guadalupe Victorio, habrá una Feria del Libro. Una buena ocasión para que los alumnos ahorren algo el fin de semana y se premien con unas buenas páginas de lectura. Seguro que podrán aprender de primera mano la tan filosófica máxima de la repetitividad del placer estético.