viernes, 4 de julio de 2008

¡Oh siglo grosero y sin gracia! (Catulo)



Como cualquier otro día -te dices- y echas en falta las tareas que te ocupaban cada mañana extendiendo sus tentáculos por las tardes y sólo dejando resquicios de reposo en las madrugadas. Ahora -es así cada verano- llegan las lecturas disipando la atonía del cuerpo y la mente. Acudo a George Steiner para encontrar Diez (posibles) razones para la tristeza del pensamiento (Siruela. Biblioteca de ensayo), y leo: “Pensar es algo casi increíblemente despilfarrador...Esto hace pensar en el modelo de ciencia-ficción de una sociedad en la cual el pensamiento estuviera racionado (...) Un despilfarro de pensamiento sería considerado como vandalismo o algo peor (...) El pensamiento anárquico, juguetón, despilfarrador es lo que más temen los regímenes totalitarios”.
Leo, releo, y encuentro, más que una razón para la tristeza, una poderosa razón para la REBELIÓN.
Desde la Biblioteca “Nulla dies sine linea” vamos a estar en la primera línea de combate a favor del pensamiento despilfarrador. Con la tristeza ya nos apañaremos.