martes, 27 de mayo de 2008

Entrada libre que no libérrima

Un comentario breve, oído casi sin querer, en los labios de un alumno del que no se conoce ni el nombre ni el curso, puede llegar a dar sentido al trabajo de todo un curso, por no decir a una labor de años en los que en la mente se va dibujando el trazado ideal de cómo debe ser una biblioteca. Está claro que sin ideas no hay creación, no se puede dar pasos adelante ni, desde luego, ilusionar a los demás por lo que, en principio, sólo es un esbozo de pequeñas, pero decididas ideas sobre cómo hacer de la Biblioteca un espacio para todos. Bien, voy a la frase del alumno desconocido: "Esto es el santuario de los libros". ¿Noto algo de sorna en las palabras? si la hubo, no me percaté, pero aunque así fuera, lo importante es que alguien se había acordado de una frase dicha por mí hace tiempo. Ahí queda.

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