lunes, 31 de marzo de 2025

Fallo del Concurso del Cartel del Día del Cómic

 


El pasado día 17 (lunes) se anunció el fallo del concurso para el cartel del Día del Cómic y del Tebeo. La entrega de los diplomas para las ganadoras del concurso se pospuso hasta el viernes, día 21.

El primer premio se otorga a la alumna de 2.º de ESO «A», Marta Rodríguez Hedrera.


El Jurado reconoce como finalista a otra alumna de 4.º de ESO «A» Celia Ruiz Cano.

En un principio, no estaba prevista la concesión de la categoría de finalista, pero la originalidad y la calidad de las obras de ambas alumnas resultan más que meritorias y no ha sido nada sencillo para el jurado cuál de las dos se alzaba con el primer premio. El curso pasado también atravesamos por esta feliz coyuntura.

El Jurado ha estado presidido por el profesor Antonio Miguel López Naz, a quién agradecemos su labor.

Los trabajos presentados se han expuesto en nuestro tablón de anuncios. Para el curso que viene debemos mejorar la difusión del concurso y organizar mejor la entrega, pues, lo cierto, es que este año hemos publicitado la prueba con bastante retraso.  Y es que para la buena marcha de pruebas de este tipo se hace preciso darla a conocer a los alumnos, clase por clase, animar a los escolares indecisos, recordar los plazos de entregas y otras muchas responsabilidades de este tipo. Agradecemos a todos los profesores que han publicitado este certamen.

Al menos, en esta convocatoria podemos presumir de la calidad de los trabajos presentados. De uno de ellos, el de Daniel Pavón y compañeros reproducimos el borrador y el resultado final. Admitimos su propuesta de incluir el “acabado digital” de las obras presentadas, pues es una técnica que llevan realizando ya todos los ilustradores y caricaturistas mucho tiempo. Este procedimiento completa, que no sustituye, la labor manual del artista.


Propuesta de Cartel de Marta Rodríguez Hedrera (obra ganadora), alumna del curso 2.º de ESO “A”.

Propuesta de Cartel de Celia Ruiz Cano (obra finalista) y compañeras, alumnas del curso 4.º de ESO “A”.

                                             

Propuesta de Cartel de Manuel Regalón Delgado, alumno del curso 4.º de ESO “A”.

  

Propuesta de Cartel de Daniel Pavón Gómez y compañeros, alumnos del curso 4.º de ESO “A”. Se incluye el borrador y la obra definitiva.

Propuesta de Cartel de Emilio Rubio Cano, alumno del curso 3.º de ESO “A”.

La entrega de los diplomas la realizamos el viernes 21 de marzo. Como en otras ocasiones la jornada también sirvió para realizar el Día del Cosplay e, igualmente, para realzar una conmemoración muy especial: la del Día Mundial del Síndrome de Down, que se celebra precisamente en esta fecha. Como otros años, hemos contado con la colaboración de las monitoras y alumnos del Aula Específica y del PTVAL (Programa de Transición a la Vida Adulta y Laboral).

Estos alumnos son verdaderos superhéroes, pues cada día se enfrentan a retos nuevos, cada jornada es una batalla en la que nunca pierden el ánimo. Por desconocimiento, hemos celebrado las primeras convocatorias del Día del Cosplay sin contar con los alumnos del Aula Específica. Pero ya no concebimos celebrar esta jornada sin su participación.

En la foto oficial de la entrega de diplomas figuran las dos ganadoras, Marta y Celia, acompañadas de los siguientes cosplayers: Mario Ruiz Barrera, Steven Gabriel López Ruiz, Antonio Herrera Fernández, David Anguita Guisado, Daniel Pavón Gómez, Iván, Javi e Ilham.

Aparte de la entusiasta entrega de los alumnos del Aula Específica y del PTVAL, queremos destacar la actuación de Antonio, que en su primera aparición ha demostrado la profesionalidad y la buena disposición de los mejores modelos y también el compromiso de Steven, contratado como ayudante de vestuario y que quiso sumarse al espectáculo. Suplía a Andrés Ruiz Barrera, al que una inoportuno y fuerte catarro impidió su participación en la actividad. Bien que lo sintió y bien que lo sentimos, pues este alumno estaba muy ilusionado por participar.

Como sabrán, nuestra biblioteca dedica una especial atención a la historieta. Llevamos ya siete jornadas del Cómic y tres celebraciones del Día del Cómic y del Tebeo. Bajo una u otra etiqueta dedicamos una semana al octavo arte y preparamos varias actividades consagradas a la banda diseñada.


En esta ocasión, entre los días 17 y 21 de marzo la biblioteca ha puesto a su disposición su colección de cómics para los grupos que deseen trabajar con ellos en clase o usar su sala de lectura para consultarlos o impartir allí una clase “magistral”. Para las sesiones del Plan de Lectura hemos preparado una actividad disponible para todos los profesores que la soliciten. Por otra parte, los Departamentos de Lengua y Literatura y Geografía e Historia se unen a la celebración y comparten también sus nutridas colección de historietas. Complemento indispensable son nuestra sesión fotográfica con nuestros alumnos cosplayers o sea disfrazados de sus superhéroes favoritos, de la que ya hemos dado cuenta.

En este curso aparte de incorporar el Día Mundial del Síndrome de Down presentamos como novedad la realización de un taller de Cartoon dirigido por una especialista en la materia. No diremos más de esta actividad, pues merece una entrada aparte.


Finalizamos reproduciendo dos historietas. La primera es la aventura de Mortadelo y Filemón que hemos empleado para confeccionar el anuncio y los diplomas.  Su autor es Francisco Ibáñez y fue publicadas en Pulgarcito en el año el 2 de noviembre del año 1959 (n.º 1487). 

La segunda es de Zipi y Zape y tiene como autor a José Escobar. Fue publicada igualmente en Pulgarcito, en concreto el cinco de mayo de 1969. En ella don Minervo exige una redacción sobre los principales personajes de la Historieta, tema que es escogido por los alumnos con verdadero entusiasmo. He aquí el germen de la celebración del día del Cómic y del Tebeo. Y un buen tirón de orejas para los profesores que lo desprecian. A ver si van a resultar más rancios que Don Minervo.







viernes, 14 de marzo de 2025

Novedades de nuestra biblioteca: «Asesino de Brujas – La Bruja Blanca» de Shelby Mahurin

 

476 páginas
Autora: Shelby Mahurin
Título: Asesino de Brujas – La Bruja Blanca (Serpent & Dove)      
Fantasía, Juvenil, Magia
Editorial: Puck
476 páginas
                      

La Bruja Blanca es el primer tomo de una trilogía Asesino de Brujas. Le siguen Los Hijos del Rey y Dioses y Monstruos, todos ellos publicados en castellano.

La historia tiene como escenario el reino imaginario de Belterra, un trasunto de la Francia medieval. El personaje principal de la obra es Lou (Louise le Blanc), una bruja blanca que junto a su amiga Coco se esconden para sobrevivir puesto que las hechiceras son perseguidas y si son capturadas acaban en la hoguera.  Precisamente, en la ciudad se encuentran los chasseurs, que son una orden vinculada con la iglesia que se dedica a atrapar brujas. Tienen la capacidad de oler la magia así que las hechiceras no pueden usarla si quieren pasar desapercibidas. Debido a una serie de acontecimientos cuyo relato es largo de contar, Lou para salvar su vida no encuentra otra solución que acabar casándose con Reid (Reid Diggory), un cazador de brujas que entra en su vida. Él desconoce que su flamante esposa es una bruja así que la relación entre ellos va a resultar más que complicada. Además, no se trata de un matrimonio de conveniencia. Lou no tarda en enamorarse hasta los huesos de su esposo (y enemigo) y Reid está igualmente colado por su encantadora mujercita. Eso sí, no sabemos si en su caso ese amor seguiría si descubriera la verdadera naturaleza de su cónyuge.

Uno de los aciertos de la novela es que está narrada desde los puntos de vista de dos personajes: Lou y Reid. Así de este modo el lector puede conocerlos mucho mejor a los dos y entender la forma de ver el mundo de cada uno.

Los personajes principales aparecen bien perfilados, experimentan flaquezas y van evolucionando a lo largo del relato. Destaca en este camino la figura de Reid que poco a poco intenta resolver sus conflictos internos, llegando a cuestionar sus creencias.

La narración no se entendería sin la intervención de una serie de personajes secundarios: Coco, la mejor amiga de Lou, una bruja «de sangre». También cabe mencionar al tierno y apuesto Ansel, aprendiz de chasseur y entusiasta admirador de Reid. Luego tenemos al taimado Arzobispo, un ser detestable, perseguidor de brujas y que desempeña el papel de «malo de la película».

El relato procura ser ágil y espera ser adictiva. Explica de forma muy sencilla el mundo y la magia que hay en él, los diferentes tipos de brujas que hay y el sistema de magia. Todo está contado de forma clara y progresiva, procurando no aburrir al lector.

Este libro se ha vendido muy bien y ha gozado de buenas críticas, naturalmente de los amantes del género de la fantasía juvenil. Eso sí, aun dentro de este colectivo ha cosechado algunas decepciones. Entre los defraudados se encuentran los que creían que la obra iba a centrarse más en la magia y en la persecución de los asesinos de brujas y éstas, pero ha resultado ser un libro donde predomina el romance. Por tanto, el sistema de magia no queda todo lo claro que la narración exige. Algunos lectores no han entendido bien los poderes que poseen las brujas ni cuales son las leyes que imperan en este mundo de fantasía.

Otro punto de controversia gira en torno a la reivindicación del mensaje feminista que vemos a lo largo de todo el libro. Para algunos, entre ellos la autora y la editorial, Lou es una mujer empoderada, libre al decidir y, sobre todo, al decidir vivir libremente sin la necesidad de depender de un hombre. En el otro extremo se encuentran los lectores que creen que estos argumentos no son necesarios en la trama y que obedecen más al deseo de la autora de figurar como defensora de los derechos de la mujer. Hay, pues, interpretaciones contrapuestas. Desde luego, sorprende que  este ejemplo de libertaria se vea obligada a contraer matrimonio con su perseguidor y, encima, a mantenerlo engañado.

En fin, La Bruja Blanca es una obra que se ajusta a los tópicos del género, lo cual no debe interpretarse como malo o mediocre, sino que únicamente que  se ajusta a la preceptiva literaria y que no trata de engañar a un lector, que, por su parte presiente, el tipo de libro que tiene entre las manos. Se trata, por tanto, de una lectura recomendable para los amantes de la fantasía juvenil y del romance para adolescentes.