miércoles, 23 de marzo de 2022

El Viaje de Martín de Cristóbal Herrera Munzón

 


El pasado diecisiete de marzo (jueves) tuvimos el placer de recibir la visita de nuestro antiguo alumno Cristóbal Herrera Munzón, que ha acudido a nuestro Centro para presentarnos su libro El Viaje de Martín. No que decir tiene que esta obra ya ha pasado a formar parte de la biblioteca de nuestro Centro.

Este encuentro nos ha traído muy buenos recuerdos de la estancia de Cristóbal en las aulas del Vélez y de profesores como Jerónimo o Alberto que supieron inculcarle el amor por los libros. Para nosotros es un orgullo comprobar que esas lecciones dieron su fruto y que hoy podemos contar con un escritor entre las filas de nuestros antiguos alumnos.

Su carrera literaria ha comenzado con fuerza. El Viaje de Martín es un relato corto pero lleno de encanto, magníficamente ilustrado por la artista Pilar Sánchez Díaz. Más que complementarse, el texto y las imágenes se imbrican desde la primera página, resultando difícil discernir donde acaba uno y donde empiezan las otras. El estilo escogido por la ilustradora, deliberadamente simple y aparentemente ingenuo, es otro de los aciertos del libro, pues se adecua perfectamente a la sencillez con la que escribe nuestro autor. Nos habían hablado muy bien de la editorial, la empresa sevillana Mr. Momo, y lo cierto es que esa fama que la precede se encuentra más que justificada si atendemos a lo cuidada que ha sido la edición de El Viaje de Martín.

En cuanto a los contenidos, El Viaje de Martín debe ser interpretado como una valiosa enseñanza. Entre los muchos valores que transmite queremos destacar la importancia que el autor presta a la integración y el papel crucial que, en su opinión, el docente desempeña en esta labor. Cristóbal Herrera es técnico y graduado en educación infantil y lleva trabajando con niños los años suficientes para valorar la importancia de la superación personal, el respeto y el compañerismo en el aula.

La génesis de este libro, no obstante, no se encuentra en su experiencia educativa, sino en sus días de estudiante de infantil -primero- y en sus jornadas de opositor -después-. Encontró que los temarios describían como debía ser el relato perfecto, el más adecuado para entretener y concienciar, pero que no aportaban ejemplos ni referencias sobre las obras que seguían esos dictados. Por lo cual, decidió convertirse en escritor y redactar ese cuento ejemplar, o, cuando menos, una historia que se ajustase a esos parámetros y que, además, fuese motivadora y hermosa.

El Viaje de Martín es una obra que responde plenamente a esos objetivos y que, por tanto, resulta ideal para trabajar en el aula. Pero también es una reflexión sobre el poder de los libros. Su autor lamenta el escaso tiempo que se dedica en la formación universitaria de los docentes a aspectos tales como la animación a la lectura, la gestión de bibliotecas o, algo tan obvio, como el empleo del libro como recurso docente. Nos quejamos de que los escolares leen cada vez menos, pero no analizamos que sus profesores tienen muy abandonado el hábito y que las últimas hornadas de docentes mal pueden fomentar la lectura cuando su experiencia en ese ámbito deja mucho que desear.

El Viaje de Martín, por tanto, es una obra destinada a los más pequeños en el entorno educativo, pero que contiene valiosas enseñanzas para todo el que anhele trabajar en la enseñanza y también para el que ha logrado convertir ese deseo en la realidad. Que todos los días, como el maestro Cristóbal del relato, demos una lección de integridad y llevemos a nuestros alumnos el don de los libros y la cultura.

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