Resucitaré
Caíste del cielo, me entregaste
tu amor y me dijiste adiós.
Mi cuerpo lo has quemado
y mi corazón lo has destrozado.
Me robaste mi amor, mi corazón.
mi alma, todo.
Te burlaste de mis pensamientos
y jugaste con mis sentimientos.
Me dejaste tirada por los suelos,
me heriste por dentro.
Me mataste, pero sé,
que más tarde o más temprano,
resucitaré y te olvidaré.
Éramos felices
Había una noche oscura
y soñolienta.
Estaban entre arbustos y
ramas verdes nuestros cuerpos escondidos.
Nuestros ojos se hablaban
nuestras bocas se besaban,
nuestras manos se tocaban y
nuestros cuerpos desnudos se juntaban.
En esa oscura noche nuestra pasión
nos guiaba y la magia de nuestro
amor resaltaba.
La brisa golpeaba nuestras caras,
nos envidiaba.
llovía con fuerza pues
ésta se moría de rabia.
Éramos felices. Ni la lluvia,
ni la brisa, nos separaban.
Fin del juego
Nunca he creído en este juego,
Nunca lo he defendido.
Pero tú me has hecho creer en ello,
Tú le has dado juego.
Jugaste con mi corazón,
Con mis besos, con mis caricias,
con mi cuerpo.
Yo te avisé de que no jugarás
con mis sentimientos.
Aún así jugaste.
Te aprovechaste.
Ya ahora yo pongo fin a este juego,
Te digo que te quiero pero que
no volveré a tu lado
para que de nuevo me hagas daño.
No soy una peonza con la que
juegas y la mueves a tu manera.
Soy persona, por lo tanto siento
Y por ello, fin del juego.
Siempre
Casi todos los días, a casi
todas las horas, casi siempre
llega esa noticia.
Mis padres me lo expresan con labor,
para no hacer que mis ojos se
entristezcan.
Tenía que pasar, me dicen,
pero mi mente no lo resiste.
Esa noticia entra hasta
rozar cada una de mis venas
y mis células del cuerpo.
Esa noticia entra en mi mente
pero, es que todos los días
es igual… es la muerte.
La muerte que visita siempre
a miles de personas a todas horas.
La inmortal muerte que se lleva las lágrimas
de cada uno de nosotros, que no nos da
consuelo, que nos enloquece.
La muerte que viene, visita
y se lo lleva.
La muerte que siempre va a existir,
va a hacer su trabajo
con ardor y dolor.
Siempre es así, es la muerte.
No somos nada
Sólo somos hormigasque seguramente van a ser pisadas.
Sólo somos personas que caen al mundo,sin ningún motivo y sin nada.
No somos héroes o heroínas,pero de vez en cuando nos gusta serlo.
Sólo somos gotitas que forman un gran mar,y que pronto se ahogarán.
Sólo somos simples granitos de arena, que recubren toda una playa desierta.
No somos iguales, hay miles de razas distintas pero, no hay inferioridad.
Somos egoístas y poseedores por naturaleza, tenemos instinto de cazar.
Sólo somos personas pero, en realidad no somos nada. Acabaremos por ser piedras que ni sienten ni padecen y ni siquiera dejan una humilde huella para recordar.
Me despido
Hoy, un día como otro
cualquiera, me despido.
No sé si la muerte está
cerca o está lejos.
Pero si sé que tarde o temprano
me marcharé, me iré a otro mundo,
a otro planeta donde no os veré.
Por ello, me quiero despedir
de la gente a la que amo.
Padres, me creasteis.
Amigas, me escuchasteis.
Hermano te amo.
A ti en especial, me has sacado todos
los días una sonrisa y no me has hecho sentir
desdichada y por ello, ¡gracias!
A ti Victoria, gracias por tus consejos,
que sepas que te quiero.
Ya os dije todo lo que siento.
Lo siento por mis malos momentos
Y gracias de nuevo.
¡ Os quiero!
A mi gente, la verdadera, la que me quiere.
Mª Del Valle Rodríguez Vidal, 2º Bachillerato B
