La noticia de su muerte nos sorprendió un 19
de septiembre, en ese incendio que es un curso recién iniciado, en esa apertura
súbita de todas sus labores y responsabilidades. Hoy hemos encontrado un
momento de sosiego para endecharle, momento singularmente apropiado, ahora que
los días se acortan y las sombras se adensan. En estos días tristes de noviembre,
los que ya no están con nosotros parecen volver por un tiempo, o, tal vez, vienen
para despedirse antes de desaparecer del
todo. De una forma o de otra vamos a relatar los dos vínculos de este editor,
poeta y traductor (y muchos más oficios) tuvo con nuestra biblioteca y esbozar,
en estos recuerdos, una breve semblanza de su persona.
El primer vínculo se remonta al 24 de octubre
de 2008 y consistió en un encuentro en la Biblioteca Pública de Écija. Se
celebraba el Día de la Biblioteca y nuestro ayuntamiento patrocinaba el acto. Incluso
asistieron el alcalde y la concejal de cultura. El público estaba formado por
alumnos de nuestro instituto.
En este acto el autor realizó una selección
de poesías y leyó algunos versos suyos, aunque el grueso de poemas se lo llevaron
sus autores favoritos. Hay que indicar que era un magnífico recitador. Posteriormente se creó un improvisado coloquio
en el que Antonio respondió con interés y agudeza las preguntas de nuestros
alumnos.
Antonio dejó entre los ecijanos un grato
recuerdo. Supo ponerse a la altura (e interesar) a un público tan difícil como
es de los adolescentes y se mostró sumamente atento y cordial. Eso sí, hizo
gala de una discreta ironía a lo largo de todo el acto. Estamos seguros de que
él también disfrutó.
Tan buena impresión dejó entre nosotros que a
la hora de escoger el conferenciante de nuestras XIV Jornadas Culturales, no
pensamos en ningún otro candidato. Él aceptó y nos preparó una conferencia
titulada Macbeth y los Mitos. El escenario fue el auditorio de la Casa
de la Juventud y el día el seis de mayo de 2009, primer día de las Jornadas. Como
en la actividad anterior, el público estaba formado por una breve y cuidada selección
de nuestros alumnos, pues procuramos que los asistentes estén a la altura de
las circunstancias.
De nuevo, el autor hizo gala de su
profesionalidad y participó gustoso en todas nuestras iniciativas. Como ilustran
las fotografías que añadimos, posó con el cartel de las jornadas, entregó los
premios del certamen Nulla Dies sine Linea y no le incomodó la presencia
de los medios locales.
Nuestro autor no quiso excederse y su parlamento
se extendió a lo largo de una hora. Manifestó un conocimiento de distintas
literaturas, amplio, vertiginoso, pero bien estructurado y pensado para profesores
y escolares de cierta, no mucha, cultura. De nuevo tributó homenajes a sus
autores preferidos. Recitó un poema bilingüe sobre el Quijote que no he conseguido
identificar, pero que sigue vivo en mi memoria. La mayor parte del público,
alumnos y profesores, formaba parte del reparto de un Macbeth que iba a
representarse ese viernes. Nos reveló que no es que fuera una obra maldita,
sino que su relación con el infortunio viene de un rasgo práctico. Cuando una
compañía teatral preparaba un Hamlet y sucedía algún imprevisto que impidiera
la representación, entonces podría aprovecharse el elenco y el vestuario para
sacar a escena la tragedia escocesa, pues es esta obra resulta mucho menos
complicada en todos los aspectos. En suma, Macbeht no era el mal, sino
el remedio.
Con esta conferencia, de nuevo nos quedamos
con una gratísima impresión. En todos los homenajes hacia su persona que hemos
leído encontramos lo mismo: un autor muy profesional, un trabajador incansable,
pero también una persona cordial, educada, entusiasta.
Pero volvamos al desolado presente. La
noticia de su fallecimiento nos sorprendió. No sabíamos que llevaba dos años luchando
contra el cáncer de pulmón. Ignorábamos que en los últimos meses había empeorado
y el desenlace era ya inminente. Para nosotros ha sido todo un sobresalto. Dos
meses más tarde, seguimos pensando que la muerte se lo llevó y nos dejó con esa
impresión de aturdimiento, de que unos seguimos en el camino y otros ya lo han
concluido. Con esto no aportamos nada nuevo, como tampoco innovamos con
nuestras cavilaciones sobre todo lo que le quedaba por hacer, todos los libros
que se prefiguraban en esa portentosa colmena que era su cabeza, que
exposiciones, que charlas, que poemas de los que nunca gozaremos. Ha sido una immatura
muerte, título de un poema de Alciato traducido por Bernardino Daza
Pinciano y que reproducimos a continuación.
El que con gesto hermoso fatigava
A las castas y mas tiernas donzellas
Antes de tiempo y casi en flor cortado
Muerto ò ninguno tanto dolor dexa
Como à ti Arestio, porque castamente
Le amavas, y ansi ençima su sepulcro
Le dizes. Como sin mi te has partido?
No avràs ya mas conmigo el oçio dulçe
En los estudios que se entretexia.
Mas los delfines y la Gorgon junto
Daran señal amarga de tu muerte.
En algunos de sus poemas Antonio reflexionó sobre la brevedad de la vida, lo rápido que pasaba. Recordaba perfectamente su infancia, pero no se veía como viejo. Si la ancianidad es pausa y olvido habrá que convenir que nuestro escritor no lo fue nunca. Y es que sus sesenta y dos años de vida son una muestra de una actividad infatigable, de una consagración a la escritura a la que es difícil encontrar parangón.
Recordamos
que un día de mayo de 2009 entregó premios en Écija a escritoras principiantes.
Eran, nada menos, que Raquel Silva, Ana Rossi y Virginia Carmona. Los que trabajamos
con jóvenes sabemos que lo importante no es lo que hagamos, sino la memoria que
dejamos en nuestros alumnos, o, mejor dicho, el punto de partida que toman a
través de nuestra palabra y nuestro ejemplo. Tal vez los dos encuentros de
Antonio con la juventud ecijana dejara en alguno de los asistentes un recuerdo
más influyente que esta pobre y apresurada remembranza. Toda escritura es un
combate contra el olvido. Otra cuestión es que lo logre. Concluimos con la reproducción
de la celebérrima Hope de George Frederic Watts. Estamos seguro de que Antonio
la conocía y la apreciaba.




No hay comentarios:
Publicar un comentario