miércoles, 14 de noviembre de 2012

Lectura en familia

Acabamos de comenzar , un año más, nuestro proyecto "leer en familia". Contamos con la colaboración de muchas familias de alumnos de nuestro Centro que están dispuestas a dedicar un ratito por las tardes a mejorar la comprensión lectora de sus hijos, inculcar en ellos el valor del libro y  fomentar el hábito lector.
Los grupos del primer ciclo que han querido participar en este proyecto pertenecen a 1º ESO A,B y 2º ESO A,D.
Agradecer a todas las familias su implicación y tened en cuenta que ser lector no es tarea fácil y ayudar a ser lector tampoco. Nuestro objetivo es que se propicien encuentros agradables con la lectura de un libro y que los chicos aprendan a expresarse.





Decálogo para padres

Diez principios imprescindibles para crear buenos lectores.

1. Dar ejemplo.

Las personas adultas somos un modelo de lectura para los chicos. Leamos delante de ellos, disfrutemos leyendo.

2. Escuchar

En las preguntas de los hijos está el camino para seguir aprendiendo. Estemos pendientes de sus dudas.

3. Compartir

El placer de la lectura se contagia leyendo juntos. Regalemos libros.

4. Proponer, no imponer

Es mejor sugerir que imponer. Evitemos tratar la lectura como una obligación.

5. Acompañar.

El apoyo de la familia es necesario en todas las edades.

6. Ser constantes

Todos los días hay que reservar un tiempo para leer. Busquemos momentos relajados, con buena disposición para la lectura. Si un día no se puede leer por cualquier motivo, no pasa nada, lo importante es que vayan cogiendo el hábito.

7. Respetar

Los lectores tienen derecho a elegir. Estemos pendientes de sus gustos y no intentemos que lean lo que nos gustó a nosotros a su edad.

8. Pedir consejo

La biblioteca del instituto, la biblioteca pública, las librerías y sus especialistas , los intercambios con amigos o la biblioteca familiara serán excelentes aliados.

9. Estimular, alentar

Dar ocasión para hablar de libros, compartir las alegrías que da una buena lectura. 

10. Organizarse

La desorganización puede estar reñida con la lectura. Ayudémosles a organizarse: su tiempo, su biblioteca…


 

 



 


 

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