La primera entrada
del curso escolar solemos dedicarla a exponer los proyectos y líneas de
actuación y alabar su continuidad. En el presente curso el discurso va a ser
mucho más rupturista, pero, al menos, tras varios meses de cierre absoluto
reanudamos nuestra actividad y buscaremos los medios para fomentar al máximo el
gusto por la lectura y, de esta forma, se relance nuestro servicio de préstamo.
El sacrificio más
severo ha sido renunciar a ese recreo multitudinario (No había día en el que no
llegáramos al lleno absoluto) en el que nuestra biblioteca servía de sala de
lectura, lugar de estudio, consulta de internet para trabajos y sede de los jugadores
de ajedrez. Mientras sigan vigentes las normas que limitan el aforo, todas
estas actividades quedan en suspenso, que no suprimidas. Tampoco podremos
contar con un servicio de tanta solera como el de alumnos ayudantes de
biblioteca, inútil en estas circunstancias.
Con todo, hemos
logrado mantener el servicio de préstamo, que no es poco. Entrará en
funcionamiento a primeros de octubre, cuando hallamos actualizada la
inscripción de alumnos en el programa abies.
Una vez que se inicie el servicio de préstamo,
en horario de recreo los alumnos entrarán de uno a uno y cumplirán el resto de
normas exigidas por la nueva normalidad (uso obligatorio de mascarillas,
empleo del gel hidroalcohólico y distanciamiento entre el profesor de
biblioteca y el usuario). Por lo pronto esperamos recuperar los libros que se
entregaron a los alumnos en ese ya lejano marzo del año pasado.
El empleo de la
biblioteca como sala de estudio para alumnos que convalidad es otro servicio
que queda suspendido en espera de tiempos mejores. Por otra parte, y dadas las
acuciantes necesidades de espacio de este curso, la biblioteca servirá,
igualmente, de sede del aula de convivencia. Gestionar este entorno destinado a
la disciplina y a la resolución de conflictos será una tarea más del
profesorado que formamos el equipo de esta institución.
Dado que el uso de
sala de estudios como aula de convivencia supone la entrada de alumnos de
cursos distintos en horas diversas, la biblioteca será desinfectada en las
entreclases si llega a ser empleada con estos fines. El servicio de limpieza
está advertido y realiza esta tarea con prontitud y eficiencia. Recordemos que
la lucha contra el contagio es nuestra mayor prioridad.
En el curso pasado
nos dio tiempo a desarrollar el grueso de actividades de animación lectora que
han hecho famosa a nuestra biblioteca: el Cementerio de Libros Olvidados, la
celebración del Día de la Constitución, las Jornadas del Cómic, la Navidad, el Día
de Andalucía y el Día de la Mujer (este último en las mismas vísperas del
confinamiento). No podemos olvidarnos del programa de Lecturas Destacadas, que
iniciamos en ese mismo año académico. Nuestros alumnos más fieles ya nos han
preguntado sobre la continuidad de nuestro proyecto más valorado por los
escolares, las Jornadas del Cómic.
Está claro que
mientras persistan las actuales medidas de contención de la pandemia no podemos
permitirnos sacar a los alumnos de sus clases. Mucho menos mezclar escolares de
grupos diversos. Por otra parte estas actividades exigen una dilatada
preparación y en estas difíciles circunstancias todos los miembros de la
comunidad educativa estamos ya trabajando de más. Simultanear la enseñanza
presencial con la virtual supone redoblar esos esfuerzos. Este tiempo que nos
ha tocado vivir si para algo debe servirnos, es para ser realistas.
Parece, pues, que en
este curso la única de las actividades que se mantiene es el préstamo. Pero
este servicio implica muchas tareas como ordenar los estantes, actualizar el
catálogo, forrar libros y, sí, proseguir
con la política de adquisiciones. Nuestro buzón de sugerencias sigue abierto
para los alumnos y el resto de la comunidad educativa y nuevos ejemplares se
incorporan ya a nuestra colección y otros están en camino. El ávido lector
tendrá noticias de las incorporaciones al contemplar la estantería de
novedades, estratégicamente colocada junto a la sección de préstamos, y, por si
hubiera alguna duda, a través de la reseñas de este blog.
En esta época de
adversidad hemos salvado el primero de nuestros tesoros: los libros. El
segundo, el gusto por la lectura y su fomento, no tiene por qué perecer o
interrumpirse. Desde aquellos lejanos tiempos en los que la profesora Lola
Roldán reinventó la Biblioteca “Nulla Dies Sine Linea” hemos transmitido el
amor por los libros entre alumnos y profesores, hemos contribuido en la
formación de jóvenes bibliotecarios, novelistas, dibujantes, guionistas,
figurantes y hasta actores. Ha sido una inversión sostenida año tras año, y por
seguir con las analogías bancarias, esos activos están dispuestos para rendir
fruto. En este curso las clases pueden aprovecharse para promover la fama de
tal o cual autor, pueden celebrarse en las aulas las efemérides lectoras de
formas alternativas, pueden emplearse las plataformas educativas para compartir
libros en formatos digitales… Para la labor de enseñar a disfrutar de la
palabra escrita (y del cómic), no nos enfrentamos a una crisis, sino
simplemente a un cambio de escenario.
Antes del inicio del
curso todas estas novedades se comunicaron a los profesores responsables de la
organización y el funcionamiento de la biblioteca y todos nos sumamos al
proyecto. Quiero añadir que no nos importaron las nuevas condiciones de nuestro
trabajo y que recibimos con enorme
alegría la noticia de que la biblioteca reanudase su actividad.
Los profesores que
este año trabajamos en la biblioteca somos los siguientes:
-
Manuel Arroyo Jaraba
-
Daniel Carmona Gómez
-
Carmen Carrasco Fernández
-
Aurelia Díaz Ramírez
-
Juan Farfán Espuny
-
Inmaculada García Barrera
-
Feliciana González Chico
(Coordinadora)
-
Rocío Jiménez Arce
-
Ángela M.ª Martínez Villegas
-
Francisco Martín Martín
-
Francisco Palomares Merino
-
Encarnación Sánchez Jiménez
-
José Enrique Viola Nevado
-
Carolina Wic Rodríguez
Se observará que este
elenco viene a reiterarse año tras año. Evidentemente la familiaridad con la
biblioteca resulta conveniente porque agiliza el reparto de tareas y garantiza
que estas labores se lleven a cabo con eficacia. Como en años precedentes, se
ha procurado que la selección represente el panorama de departamentos didácticos
del Vélez.
Como incorporación
destaca Carolina que desde el primer día ha mostrado su interés por trabajar en
nuestros distintos proyectos.
Por desgracia,
tenemos que hablar también de despedidas. No contamos este curso con Fernando
Castilla y es una verdadera pena, pues se trata de un colaborador con sobrada
experiencia (por no llamarlo socio-fundador). La jubilación nos priva de un
compañero ejemplar y de un colaborador puntual en una tarea tan necesaria como
ingrata: el control del retraso en la entrega de libros y su correspondiente
sanción.
Con la supervisión
del equipo directivo se diseñó el siguiente horario de guardias de biblioteca:
|
Lunes |
Martes |
Miércoles |
Jueves |
Viernes |
08:15 – 9:15 |
J. Farfán |
E. Viola |
E. Sánchez |
C. Wic |
F. González |
09:15 – 10:15 |
J. Farfán |
Á. Martínez |
F. González |
E. Sánchez |
C. Carrasco |
10:15 – 11:15 |
A. Díaz |
Á. Martínez |
F. Palomares |
E. Viola |
F. Martín |
Recreo |
F. González |
I. García |
F. González |
F. Martín |
I. García |
11:45 – 12:45 |
F. González |
R. Jiménez |
I.aGarcía |
E. Viola |
F. Martín |
12:45 – 13:45 |
I.aGarcía |
E. Sánchez |
R. Jiménez |
D. Carmona |
I.aGarcía |
13:45 – 14:45 |
A. Díaz |
C. Carrasco |
F. Palomares |
M. Arroyo |
D. Carmona |
Que a lo largo de estas horas, de muchas
de nuestras clases y de algunos desvelos en nuestras casas podamos llevar a la
práctica nuestro proyecto. No en vano, es en la oscuridad donde más precisa y
donde más destaca resulta la antorcha de la civilización.
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La fotografía que encabeza esta entrada
tiene como autor al fotógrafo madrileño Kiarras.
Procedencia de la imagen:
https://www.flickr.com/photos/kiarras_marinero/8455661691/in/photolist-dTctCx-99LjtK-dSsVA4
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