El Día de las Escritoras es una conmemoración iniciada en 2016 por iniciativa de la Biblioteca Nacional de España (BNE), la Asociación Clásicas y Modernas (CyM) y la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE).
Los objetivos de este homenaje fueron recuperar el legado de las escritoras, hacer visible el trabajo de las mujeres en la literatura y combatir la discriminación que han sufrido a lo largo de la historia. La fecha escogida fue el diecisiete de octubre, el lunes más próximo al quince de octubre, festividad de Santa Teresa de Jesús.
Señalemos que la elección de la festividad de Santa Teresa de Jesús fue una decisión tan significativa como afortunada. En ese día hacemos memoria de una de nuestra pioneras, y de las mas valientes. Recordamos que es, de lejos, nuestra autora más editada y traducida; la primera, también, en merecer todos los reconocimientos reservados antes a los varones. Por último, pero no menos importante, hay que reconocer que, por su mérito literario, ocupa un lugar de honor entre los representantes de nuestro Siglo de Oro.
Volviendo a ese diecisiete de octubre de 2016, el acto central consistió en un encuentro abierto al público en el que se procedió a la lectura de fragmentos de textos escritos por treinta y una autoras españolas e hispanoamericanas. Como lectores se escogió a personalidades de reconocido prestigio social y cultural y con especial representación de creadoras en activo. Se procuró, además, que la selección de los textos abarcara tanto a literatas que escribieron en lengua castellana, como a las que escogieron el catalán, el gallego o el vasco.
La celebración mereció el reconocimiento de las instituciones del Estado. Se decretó que se celebrara de forma anual en ese lunes inmediato al quince de octubre (con la excepción del doce, por coincidencia con la Fiesta Nacional) y que la principal ceremonia fuese el encuentro en la Biblioteca Nacional con su preceptiva lectura de fragmentos de obras de escritoras de uno y otro hemisferio.
Una mejora fue la elección de un tema, a partir del cual se realiza la selección de textos.
Otra novedad fue la celebración de un editatón en colaboración con Wikimedia España. Se trata de una edición colectiva y simultánea en Wikipedia con el objetivo de mejorar los contenidos sobre mujeres escritoras y reducir la brecha de género en esta enciclopedia libre.
Resultan innumerables las bibliotecas, institutos, universidades, ayuntamientos, fundaciones privadas… que se han ido sumando a esta iniciativa. El refrendo oficial ha resultado decisivo para extender esta conmemoración. Con estas y otras iniciativas se ha conseguido primero cartografiar una enorme laguna que existía en nuestra literatura y en segundo lugar reducirla mediante exhaustivas investigaciones y reediciones.
De esta forma no sólo completamos nuestro corpus literario, sino también disfrutamos con la lectura de libros, cuentos o artículos que quedaron descatalogados o simplemente inéditos. Sorprende encontrarse con autoras que adquirieron fama y prestigio en esas épocas en las que una mujer que escribiera resultaba una rareza y cuya importancia o legado no fue recogido luego en los manuales para estudiantes o en los estudios sobre las generaciones literarias.
El Día de las Escritoras se ha celebrado de forma episódica por algunas universidades iberoamericanas. Esperamos que se extienda la conmemoración por esas tierras y que logren que retroceda el olvido y que vuelvan a cantar las sibilas. Lo cierto es que bien merece un reconocimiento a nivel internacional, pues, que sepamos, la reivindicación de las escritoras no cuenta con jornada propia en otros países o en otras lenguas que las señaladas.
En este 2020 se ha llegado a la quinta edición de esta conmemoración, con el esfuerzo cotidiano de las mujeres como tema. En torno al él gira la selección de los textos y las autoras.
En el encuentro de la Biblioteca Nacional se leerán fragmentos de obras de las siguientes escritoras: Teresa de Jesús, Rosalía de Castro, Dulce María Loynaz, Blanca Varela, Errose Bustintza (Mañariko), Elena Fortún, Sor Juana Inés de la Cruz, Ana María Matute, Josefina Carabias, Pura Vázquez, Luisa Carnés, Gloria Fuertes, Mercè Rodoreda, Idea Vilariño, Circe Maia, Emilia Pardo Bazán, Victorina Durán, Ida Vitale, Carmen Baroja y Nessi y Concha Méndez.
Se cuenta con el comisariado de la escritora Elvira Lindo, responsable de la elección del tema. Las palabras que trazó como presentación nos sirven a nosotros como final:
«Bien se podría decir que la literatura escrita por mujeres está a menudo espoleada por una conciencia esencial del esfuerzo. En clave autobiográfica o como representación de una colectividad destinada a un trabajo poco o nada reconocido las mujeres expresan cuánto trabajo precisa el acto de amar, de tener hijos o de desear la soledad, cuán férrea voluntad hay que reunir para defender una vocación al tiempo que se cumple con las tareas que ha acarreado tradicionalmente la condición femenina. La voz de las mujeres suele exhalar un aliento esforzado, una conciencia constante de que la vida siempre ha de exigirles más que a los hombres.
De Teresa de Jesús a Idea Vilariño, de Luisa Carnés a Alfonsina Storni, pasando por Elena Fortún, Luz Pozo, Concha Méndez, Mercé Rodoreda, Circe Maia, Gabriela Mistral y tantas otras en cuya escritura se refleja el esfuerzo de vivir, la vida trabajada, el cansancio y la voluntad de cumplir, a pesar de las trampas del camino, con una vocación tozuda e intensa.»
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Procedencia de la imagen:
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