Del 12 de noviembre de 2019 al 23 de febrero de 2020 en la madrileña Biblioteca Nacional se celebró la exposición «Forges y la Constitución» comisariada por Juan García Cerrada, secretario ejecutivo del Instituto Quevedo del Humor.
La muestra homenajeaba tanto a nuestra Carta Magna como al dibujante. De hecho se hizo coincidir con el segundo aniversario de su muerte. También nos recordaba el vínculo que unía a la Constitución con los caricaturistas. Pues pese a la censura, las multas, los secuestros de ediciones e incluso los periódicos cerrados por decreto gubernamental, lo cierto es que la dictadura franquista no logró acabar con el gracejo del humor gráfico español que vivió en esa etapa una de sus mejores edades.
Como reconoce la exposición, en la lucha del pueblo español por la democracia, libertad o justicia para la sociedad española, los humoristas gráficos contribuyeron con su trabajo valiente, transgresor, irónico y con grandes dosis de sátira.
En el colectivo de humoristas españoles de aquel entonces destacaba Antonio Fraguas de Pablo, Forges, que fue consciente del papel fundamental que tenía el humor gráfico en una sociedad en la que la información y los medios de masas desempeñaban una misión cada vez más relevante.
Forges puso sus grandes dotes de comunicador al servicio de la sociedad, aunando en sus viñetas lo filosófico y lo cotidiano, la reflexión y el humor, la crítica y la crónica, conectando con la gran mayoría de los españoles, independientemente de su ideología. Forges, para quien “el humor es un bien democrático” ilustró la Constitución desde su preámbulo hasta su disposición final, para de esta forma, hacerla accesible a la ciudadanía.
Este trabajo lo organizó en cuatro fascículos que en un primer momento fue autoeditado por el artista a lo largo de 1978. Al cabo de un año, la obra apareció recopilada en un libro, encuadernado en cartoné. Mucho más, tarde en 2006, Espejo de Tinta lanzó la colección de libros Historia de Aquí, que recopilaba gran parte de la obra humorístico-historiográfica de Forges y estos cuatro fascículos fueron recogidos en el tomo 3 de aquel volumen, el titulado: 1978-1982. La Constitución... y La Transición.
Añadimos que en noviembre de 2018 se publicó una reedición por Espasa, sello editorial de Planeta y que es una de las joyas de nuestra biblioteca.
De la exposición hemos seleccionado los originales de algunas planchas. Los herederos del caricaturista las han cedido a la Biblioteca, no sabemos si de forma temporal o permanente. En cualquier caso, agradecemos que permitan su exposición, pues son verdaderas joyas y demuestran el talento de Forges como ilustrador. Acostumbrado a sus sketches monocromáticos, hemos descubierto que une a su méritos el de ser un iluminador entregado, un verdadero maestro en la aplicación del color.
Forges trabajó hasta la extenuación en la adaptación gráfica de nuestra Carta Magna, pues ilustró todo el articulado, sumado a los preámbulos y las disposiciones finales. Creía firmemente que su misión respecto al texto constitucional era "acercarlo y explicarlo" a los españoles. No existe duda en que lo consiguió. Sin fárragos, sin pedagogías, nos ofrece no solo una constitución ilustrada, sino una mirada crítica y constructiva sobre la España que la gestó y que miraba asombrada como, tras siglos de guerra, se llegaba al entendimiento y la concordia.
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Enlace hacia la página oficial de la exposición:
http://www.bne.es/es/Actividades/Exposiciones/Exposiciones/Exposiciones2019/constitucion_por_Forges.html
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