Esta actividad alcanza en estas fechas su tercera edición, siendo la segunda vez que se encuadra dentro de la celebración de Astigiletras, la fiesta de las letras astigitanas.
Lejanos quedan ya los días en los que se colocó una estantería en el pasillo principal y se fue poblando de libros. Ya en el curso pasado se tomó la decisión de convertirla en permanente, de tal forma que el intercambio de libros se pueda realizar durante todo el curso. Eso sí, a finales del segundo trimestre se han retirado temporalmente los libros con el fin de realizar la necesaria revisión. Una vez efectuado este trámite, los libros vuelven a estar disponibles para todos.
Se recuerda que tanto alumnos como profesores podrán traer un libro de casa e intercambiarlo por alguno de los volúmenes de esas estanterías. Se considera requisito indispensable depositar una obra para poder llevarse otro.
En un principio se consideró que los alumnos y profesores podrán hacer el intercambio durante los recreos y en las horas correspondientes a la asignatura de Lengua. Los profesores de esta materia, en colaboración con los docentes de guardia, se encargarían del desarrollo de la actividad.
En la actualidad se alienta que el que el resto de los docentes del Centro y sus respectivos alumnos pueden participar cuando lo deseen. De hecho, el propio Departamento de Lengua aconseja que los alumnos y profesores que traigan un libro pueden efectuar el intercambio cuando deseen y que no es imprescindible la participación de profesores de esta especialidad en el trueque. En este sentido, el Departamento solicita que al alumno que traiga un libro y quiera intercambiarlo se le deje salir de clase unos minutos (siempre de uno en uno y siempre que aporte el libro que quiera canjear).
Como queda dicho, la actividad continua en los recreos y los alumnos cuentan con permiso para consultar el estante. En este caso es el conserje de guardia de pasillo el que supervisa el intercambio.
Desde aquí invitamos, un año más, a los padres y madres de alumnos y profesores a que participe en la actividad donando libros (no ya para intercambiarlos, sino para desprenderse de ellos para contribuir a esta actividad). Todo ejemplar que se encuentre en buen estado será bienvenido para incrementar el fondo de ejemplares de este intercambio.
Nuestra biblioteca aprovecha esta actividad para desprenderse de los volúmenes repetidos o que se consideran desfasados. Hay colecciones enteras de libros (sobre todo novelas) que han envejecido mal y que ya no encuentran su lugar en una biblioteca escolar. Ponerlo a disposición del lector que sepa apreciarla es concederle una buena vida.
A lo largo de tres años hemos realizado un acopio que satisface a todos los gustos, desde los amantes de la nostalgia y el vintage a los ávidos lectores de los últimos bestsellers. Puesto que el intercambio (y las simples) donaciones se realizan a lo largo de todo el curso, el amante de libros debe estar atento, pues las obras más señeras permanecen poco tiempo en estos anaqueles.
La generosidad de los profesores de nuestro instituto y su compromiso con la animación a la lectura son los responsables de que esta actividad pueda llevar tres años en activo. Con estas líneas queremos agradecer su esfuerzo.
Una novedad de este año ha sido ampliar los escenarios de esta actividad. Se ha habilitado en la puerta del patio que da a la biblioteca un punto de venta para las chapas literarias y marcapáginas que sobraron de Astigiletras. Los beneficios que se consigan con esta actividad se donarán íntegramente a la Asociación de Padres y Madres de Personas con Discapacidad Intelectual y Sensorial La Raíz.
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