En primera fila y de izquierda a derecha: Pilar, Julia, Lorena, Lucía, Alba, José Pablo, Álvaro y Miguel Ángel.
En la fila de atrás y de izquierda a derecha: Sandra, Carmen, Andrea, Nacho, Juan y David.
Establecidos desde
aquellos tiempos míticos en que Lola Roldán organizaba la biblioteca, el
pequeño ejército de alumnos colaboradores de la biblioteca se ha ido renovando
desde entonces y ha acabado por convertirse en una de sus señas de identidad.
Como la guardia real de los aqueménidas su reemplazo es tan inmediato que se
produce la ilusión de que permanecen para siempre. Y como los soldados persas, también
han acabado por convertirse en un cuerpo de élite en el que refulgen nuestros
mejores lectores.
En la primera entrada del blog del presente
curso escolar procedimos a representarlos y a dar a conocer sus funciones. Pero
poco después de nuestra publicación, algunos alumnos dejaron este puesto siendo
prontamente sustituido por otros. Y es que una biblioteca escolar más que un
modelo de continuidad es un paradigma de sucesión a partir de pequeños y
continuos cambios, evidencia que ya hemos demostrado más de una vez.
Este es el listado actualizado de alumnos ordenados por cursos:
1º de ESO «D»
-
Lucía
Herrera Baena
-
Andrea
Moscoso Arjona
-
Lorena
Pérez Domínguez
2º de ESO «A»
-
Julia
Rodríguez Gómez
-
Lidia
Pardo Mérida
2º de ESO «A»
-
Sandra
Luque Álvarez
2º de ESO «B»
-
Carmen
Mª Carrasco García
-
Mª
de Pilar Moriana Herrera
-
Mar
Vega Martín
2º de ESO «C»
-
Miguel
Ángel Delgado León
3º de ESO «A»
-
Juan
Farfán Benítez
-
Álvaro
López Caro
-
David
Martín García
3º de ESO «B»
-
José
Pablo García Fernández
-
Alba
María Moreno Pérez
-
Ignacio
Jesús Varela Alcantarilla
Las bajas y las incorporaciones obligan a reformar el
horario de sus cometidos. Como hay que procurar que coincidan en el mismo día
compañeros y/o amigos para que puedan realizar su trabajo de forma más cómoda,
la realización de este reparto es más complejo de lo que pueda parecer. Al
final el resultado es el siguiente:
AYUDANTES DE BIBLIOTECA 18/19
Día de la semana
|
Alumnos
|
Lunes
|
Andrea
Moscoso Arjona
Lorena
Pérez Domínguez
Ignacio
Jesús Varela Alcantarilla
|
Martes
|
Álvaro
López Caro
Miguel
Ángel Delgado León
David
Martín García
|
Miércoles
|
Sandra
Luque Álvarez
Lucía Herrera
Baena
Julia
Rodríguez Gómez
|
Jueves
|
Carmen Mª
Carrasco García
Mª del
Pilar Moriana Herrera
Mar Vega
Martín
|
Viernes
|
Juan
Farfán Benítez
Alba
Moreno Pérez
José
Pablo García Fernández
|
Un posado en las escaleras.
Los Ayudantes de
Biblioteca no son los únicos alumnos colaboradores de nuestra institución.
Existen un sinnúmero de tareas para las que se necesita la dedicación de otros
alumnos. Hablamos de colocar carteles y
avisos (y también retirarlos), transformar la biblioteca para el cementerio de
los libros olvidados, las fiestas navideñas o nuestro rincón de la Semana
Santa, para después volverla a quedar como estaba. No olvidemos la
participación como figurantes en el mencionado cementerio ni dejemos tampoco en
el tintero la ingrata tarea de repartir las citaciones clase por clase de los
alumnos que se demoran en el préstamo, pierden el carnet de lector y otras
incidencias que por tediosas que puedan parecer señalan que nuestra institución
funciona como un reloj.
Por tanto, nuestra
Biblioteca posee, como los ejércitos de la Antigüedad, un ordenado cuerpo de
élite, pero también un conjunto de tropas auxiliares cuyos cometidos resultan
de lo más diverso, cuya organización de mando se manifiesta, cuando menos,
confusa y, en definitiva, cuya descripción escapa a cualquier sistemática. Que
su colaboración resulte ocasional señala que, precisamente, su labor es más que
oportuna y que a lo largo de lo que llevamos de año, por poner un ejemplo, su
labor ha sido clave para sacar nuestros proyectos adelantes.
En estas coyunturas,
algunas veces recurrimos a algún curso con profesor ausente que acaba recalando
en la biblioteca, pero por lo normal es que empleamos a algunos alumnos cuyo
perfil se sitúa en las antípodas de nuestros Ayudantes: escolares desmotivados,
habituales del aula de convivencia, repetidores… y que sin embargo cumplen los
encargos de nuestra biblioteca con buena disposición, profesionalidad y
diligencia.
A estas alturas de
nuestro discurso la comparación entre Ayudantes y Colaboradores parece
imponerse, pero no la encontramos pertinente. Los primeros no prestan su tiempo,
doblemente valioso, porque es el tiempo del recreo y los segundos se encuentran
disponibles el resto de la jornada escolar. Ambos nos resultan necesarios y sus
labores se complementan. Únicamente que los primeros gozan de más nombradía que
los segundo, pero para eso escribimos esta entrada.
Una historia de los
segundos, estos Irregulares de Baker
Street sería muy corta, porque pasan por la historia de nuestra biblioteca
sin registro y por tanto sin pena y sin gloria. Poco más podemos afirmar aparte
de que su fundación antecede a la de los propios Ayudantes, pues antes de poner
en marcha a la Biblioteca hubo que recurrir a una multitud de alumnos para las
tareas más diversas, desde el cableado al transporte de las estanterías. Una
cosa es segura: poco alcanzaron la popularidad de los habituales en nuestra institución
en este curso: Rafael Carmona Prisco y Alejandro Rodríguez Fernández del 2º de
ESO «A».
De izquierda a derecha: Iván León Castilla (1º de ESO «C»), Alejandro Rodríguez Fernández,
Rafael Carmona Prisco y Rubén García Ramos (2º de ESO «C»).
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