El primero de estos eventos es el primer concurso de relatos de terror destinado a alumnos de la ESO. A Ángela Martínez debemos la idea y el desarrollo de las bases.
Para el cartel se escogió este estupendo póster editado por la WPA (Work Progress Administrations) de la América de la Gran Depresión. no ignoramos que la omnipotencia de esta agencia gubernamental, pero no dejó de extrañarnos que entre sus innúmeras ocupaciones se ocupase de fomentar la lectura.
No podemos seguir adelante sin mencionar la procedencia de esta ilustración:
https://www.flickr.com/photos/jvoves/17391658512
Y señalar que el flickrmaster, Joseph Voves, realizó un más que meritorio trabajo de edición.
Una vez elegido el motivo, hubo que adaptarlo para nuestra convocatoria. Se presentaron tres prototipos, siendo elegido el segundo:
Una vez editadas las bases y el cartel, fueron colocadas en los tablones de anuncio de los pasillos y aulas (Los alumnos son Fran Macías, Andrés Blanco y Jaime García Gallego.
Llegados a este punto, son los alumnos los que deben implicarse para la buena marcha del proyecto. Si se nos admite una sugerencia, un buen relato de terror debe recurrir menos a brujas, detectives, murciélagos y casas encantadas y más a todo lo que nos rodea, que es lo que mejor conocemos, bajo un sesgo amenazante. Lo cotidiano puede asustar bastante y como demostramos en la siguiente galería de imágenes muy otro y muy distinto es el propio instituto cuando anochece en la barriada del Valle (el alumno es Joaquín García).
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