La ganadora ha sido la alumna de 1º ESO "A" María Castillo Castilla.
¡Enhorabuena a todos por la participación y especialmente a María!
A Belén va el ángel Piticlín y los pastores roñosos.
Allá, en un rincón, había un ángel un poco esmirriado.
-¿Quién eres tú?
-Piticlín.
-¿A dónde vas?
-A la fiesta.
-¿Qué fiesta?
-La del niño Dios.
El señor miró el calendario y se dio cuenta de que hoy era el nacimiento de Jesús.
-¿Porqué no has ido Piticlín?
- Por que mis alas no sirven para nada, solo para estorbar.
Fueron al guardarropas, solo había tonterías.
Llegó San Pedro diciendo:
-¡Ya nació! ¡El niño ya nació!
El señor ya tenía que llamar a los pastores y no sabía cómo.
-Piticlín, ¿puedes llamar a los pastores?
-Sí, pero necesito unas alas nuevas o mejores.
-Vale, sólo tengo estas.
El señor se las puso y le pegó una patada a Piticlín que le mandó al olivo de los pastores.
Pum, pom, puf…
-¡Eso ha dolido!
El ángel llegó al olivo de los pastores, donde estaban cocinando un rico pollo con salsa.
-Ummmm… ¡que hambre!
El ángel les dijo:
-Anda, vaya festín que os estáis dando.
-¿Quién eres tú?
Dijo Felipe, un pastor muy roñoso.
-Soy Piticlín, un ángel que viene a deciros que ha nacido el Mesías.
-¿El Mesías?
-Sí, el hijo de Dios.
-Bueno y qué.
Dijo Pepe.
-¡Rigoberto, despierta!
-Qué, qué ¡qué quieres!
Dijo Rigoberto malhumorado.
-¡Que ha nacido el Mesías!
-¿Y qué pasa?
-Que tenemos que visitarlo.
Piticlín ya dijo:
-Hay que ir al portál de Belén.
-¿Seguro?, yo pensaba que era en Bailén.
Dijo Pepe.
-Seguidme que os conduciré.
Contestó Piticlín.
Los gritos de los pastores y del ángel llegaban hasta el río donde estaban las lavanderas lavando.
-¿Has oído Paqui? ¡Que ha subido la lejía!
-No, Ciriaca, ¡que ha nacido el Mesías!
Desde lejos se escuchaba qué le decía el pastor a Piticlín:
-¿Cómo se va a llamar?
-¡Jesús!
-¿Has oído Paqui? ¡Que van a jugar al mus!
Paqui no podía más, solo hacía reirse de lo sorda que estaba Ciriaca.
Los pastores le iban a llevar algo al niño, pero no sabían que llevarle.
-Yo, la oveja vieja.
-Yo, el pato cegato.
-Yo, un saco de pimientos pochos.
-Y yo...
-¡Basta ya! Solo le queréis dar todo lo malo sois unos roñosos.
Dijo Piticlín.
-Le llevaremos la cabra de leche de la tía Paca.
Y así comenzaron el camino hacia Belén.
Caminando, caminando... los pastores y Piticlín se encontraron con los tres Reyes Magos.
-¡Caracoles!, ¿ese no es Piticlín y los pastores?
Dijo el rey Melchor.
-Voy a preguntarle al ángel por dónde esta la estrella fugaz.
-No importa.
Dijo Piticlín.
-Podeis veniros con nosotros.
-¿De verdad?
-Sí.
Caminaron, cuando de repente se ve una luz amarilla a lo lejos. -¿Qué será eso Melchor? Dijo Gaspar. ¡Eso es el portal donde está el niño Jesús! -¡Qué alegría, ya hemos llegado! Dijo Baltasar. Se bajaron de los camellos, y el ángel y los pastores bajaron del buey. -¡Feliz Navidad! Dijo Rigoberto el pastor. Todos le dieron su regalo. Melchor le dió oro, Gaspar le dió plata, Baltasar bronce y el ángel y los pastores les regalaron una cabra de leche para que el niño no se deshidratara. Todos pasaron la noche contentos junto a Jesús. FIN |
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