viernes, 14 de marzo de 2025

Novedades de nuestra biblioteca: «Asesino de Brujas – La Bruja Blanca» de Shelby Mahurin

 

476 páginas
Autora: Shelby Mahurin
Título: Asesino de Brujas – La Bruja Blanca (Serpent & Dove)      
Fantasía, Juvenil, Magia
Editorial: Puck
476 páginas
                      

La Bruja Blanca es el primer tomo de una trilogía Asesino de Brujas. Le siguen Los Hijos del Rey y Dioses y Monstruos, todos ellos publicados en castellano.

La historia tiene como escenario el reino imaginario de Belterra, un trasunto de la Francia medieval. El personaje principal de la obra es Lou (Louise le Blanc), una bruja blanca que junto a su amiga Coco se esconden para sobrevivir puesto que las hechiceras son perseguidas y si son capturadas acaban en la hoguera.  Precisamente, en la ciudad se encuentran los chasseurs, que son una orden vinculada con la iglesia que se dedica a atrapar brujas. Tienen la capacidad de oler la magia así que las hechiceras no pueden usarla si quieren pasar desapercibidas. Debido a una serie de acontecimientos cuyo relato es largo de contar, Lou para salvar su vida no encuentra otra solución que acabar casándose con Reid (Reid Diggory), un cazador de brujas que entra en su vida. Él desconoce que su flamante esposa es una bruja así que la relación entre ellos va a resultar más que complicada. Además, no se trata de un matrimonio de conveniencia. Lou no tarda en enamorarse hasta los huesos de su esposo (y enemigo) y Reid está igualmente colado por su encantadora mujercita. Eso sí, no sabemos si en su caso ese amor seguiría si descubriera la verdadera naturaleza de su cónyuge.

Uno de los aciertos de la novela es que está narrada desde los puntos de vista de dos personajes: Lou y Reid. Así de este modo el lector puede conocerlos mucho mejor a los dos y entender la forma de ver el mundo de cada uno.

Los personajes principales aparecen bien perfilados, experimentan flaquezas y van evolucionando a lo largo del relato. Destaca en este camino la figura de Reid que poco a poco intenta resolver sus conflictos internos, llegando a cuestionar sus creencias.

La narración no se entendería sin la intervención de una serie de personajes secundarios: Coco, la mejor amiga de Lou, una bruja «de sangre». También cabe mencionar al tierno y apuesto Ansel, aprendiz de chasseur y entusiasta admirador de Reid. Luego tenemos al taimado Arzobispo, un ser detestable, perseguidor de brujas y que desempeña el papel de «malo de la película».

El relato procura ser ágil y espera ser adictiva. Explica de forma muy sencilla el mundo y la magia que hay en él, los diferentes tipos de brujas que hay y el sistema de magia. Todo está contado de forma clara y progresiva, procurando no aburrir al lector.

Este libro se ha vendido muy bien y ha gozado de buenas críticas, naturalmente de los amantes del género de la fantasía juvenil. Eso sí, aun dentro de este colectivo ha cosechado algunas decepciones. Entre los defraudados se encuentran los que creían que la obra iba a centrarse más en la magia y en la persecución de los asesinos de brujas y éstas, pero ha resultado ser un libro donde predomina el romance. Por tanto, el sistema de magia no queda todo lo claro que la narración exige. Algunos lectores no han entendido bien los poderes que poseen las brujas ni cuales son las leyes que imperan en este mundo de fantasía.

Otro punto de controversia gira en torno a la reivindicación del mensaje feminista que vemos a lo largo de todo el libro. Para algunos, entre ellos la autora y la editorial, Lou es una mujer empoderada, libre al decidir y, sobre todo, al decidir vivir libremente sin la necesidad de depender de un hombre. En el otro extremo se encuentran los lectores que creen que estos argumentos no son necesarios en la trama y que obedecen más al deseo de la autora de figurar como defensora de los derechos de la mujer. Hay, pues, interpretaciones contrapuestas. Desde luego, sorprende que  este ejemplo de libertaria se vea obligada a contraer matrimonio con su perseguidor y, encima, a mantenerlo engañado.

En fin, La Bruja Blanca es una obra que se ajusta a los tópicos del género, lo cual no debe interpretarse como malo o mediocre, sino que únicamente que  se ajusta a la preceptiva literaria y que no trata de engañar a un lector, que, por su parte presiente, el tipo de libro que tiene entre las manos. Se trata, por tanto, de una lectura recomendable para los amantes de la fantasía juvenil y del romance para adolescentes.


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