El fomento de la lectura en nuestra región
y la valoración y difusión de nuestros escritores es lo que llevó a la Junta de
Andalucía en 2005 a fijar un Día de la Lectura de Andalucía. Se escogió el día
16 de diciembre, porque en esa fecha del año 1926, con el Ateneo de Sevilla
como escenario se produjo la clausura del homenaje a Góngora, en el tercer
centenario de su muerte. Como es sabido, este acto es considerado como el
momento en que la generación del 27 se dio a conocer. Por afortunada
coincidencia un 16 de diciembre, pero de 1902, vino al mundo uno de los
escritores que participó en el homenaje, Rafael Alberti.
Alrededor del 16 de diciembre, por tanto,
se celebran en las ocho provincias de la comunidad autónoma diversas actividades
literarias y de fomento de la lectura. En concreto, desde los primeros días de
diciembre se vienen realizando conferencias, diálogos, mesas redondas y paseos
literarios.
Estas actividades giran en esta ocasión en
tono a los autores marcados por el exilio tras la guerra civil. En efecto, la
Consejería de Cultura, a través del Centro Andaluz de las Letras, dedica el año
2019 al ochenta aniversario del exilio andaluz. Bajo el lema "Andalucía en
los memoriales del exilio", ha convertido en protagonistas de los actos
centrales de esta edición a autores como Manuel Chaves Nogales, María Zambrano,
Francisco Ayala, Luis Cernuda, Manuel Andújar, Emilio Prados, Manuel
Altolaguirre, Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí, el compositor Manuel de
Falla o Agustín Gómez Arcos, considerado como el último exiliado.
Todos los años, además, el Centro Andaluz
de las Letras elige como figura central a un escritor para componer una Alocución
ciudadana que se lee en todos los actos que se celebran en Andalucía. Este año,
la alocución ha sido realizada por el poeta y escritor Felipe Benítez Reyes,
quien realiza una de las hermosas invitaciones a la lectura a través de su
composición ‘La patria errante’ que reproducimos a continuación:
ALOCUCIÓN CIUDADANA
La patria errante
El exilio forzado implica un desgarro
forzoso, un despojamiento, la ruptura de un vínculo emocional, porque en
nuestro lugar nativo se preserva el núcleo de nuestra identidad intransferible,
el telón de fondo de esa aventura teatral de inventarnos y de asentarnos en el
mundo.
El repertorio de escritores andaluces
exiliados resultaría brillante si la causa del exilio no fuera tan oscura: como
consecuencia de una rebelión militar, de una guerra civil y de una abolición
del orden democrático, muchos españoles dejan de tener sitio en su país. Espala
se convierte en una patria artificial y restrictiva, con dueños y con
proscritos.
Detrás de cada exiliado hay, como es
lógico, una historia distinta. No todos tuvieron un mismo grado de
significación política antes de la guerra ni durante la guerra ni un mismo
grado de combatividad –y de esperanza- desde el exilio. Todos ellos, sin
embargo, se vieron obligados a compartir una misma pérdida, una identidad
herida, un desconsuelo semejante.
En este día en que celebramos la lectura
celebramos a la vez a todos los que generosamente nos han legado un patrimonio
literario perdurable que pasa de generación en generación. Cada vez que abrimos
un libro, iniciamos una aventura imprevisible. Cada vez que un libro ajeno nos
habla de nosotros mismos, se produce un milagro. Cada vez que un libro nos
fascina, estamos asistiendo a un número íntimo de magia.
Al hilo de la célebre imagen platónica,
digamos que los múltiples saberes y fantasías que nos brindan los libros son
sombras proyectadas en una caverna, pero esas sombras oscilantes nos ayudan a
bandearnos dignamente durante el tiempo de nuestra vida. Esas sombras que son
quizá un espejismo, tinieblas que refulgen, tal vez destellos falso, porque
quién sabe, pero que van alumbrando los caminos de nuestro pasar titubeantes
por el mundo. Un libro es siempre una incógnita, un enigma y un secreto, pero
por fortuna se trata de un secreto a voces: en cuanto lo abrimos ya somos
dueños de él.
Quien abre un libro está inaugurando un
asombro. Quien abre un libro en la tranquilidad de su casa puede estar
moviéndose al instante por regiones inexistentes, con una brújula hechizada que
marca rumbos imprevistos, con un mapa mágico que señala millares de rutas
posibles: puede trasladarse al otro confín del mundo, a una selva peligrosa
habitada por seres portentosos, a una isla desierta… Quien abre un libro puede
viajar del presente al pasado, del presente al futuro, del futuro a la nada.
Quien abre un libro está adueñándose, en fin, de una prodigiosa realidad
paralela.
Acerquémonos a los libros con respeto, pero
sin temor, porque la gran literatura que en el mundo ha sido no busca el
aplauso, sino la complicidad; no exige reverencia, sino comprensión; no
pretende admirar, sino revelar; no aspira a trazar un laberinto, sino a ofrecer
claves para desenvolvernos en el laberinto de nuestro existir.
Muchos escritores andaluces exiliados (Juan
Ramón Jiménez y Moreno Villa, Antonio Machado y Luis Cernuda, Concha Méndez y
Salazar Chapela, María Zambrano y Alberti, Francisco Ayala y Chaves Nogales,
Prados y Altolaguirre, y tantos otros) representaron la voz de una España
peregrina, la razón legítima del país perdido que cada exiliado llevaba consigo
allá donde les llevó aquella diáspora, pues todos fueron los embajadores
melancólicos de un ensueño arrasado.
La España forzosamente errante. La España
desterrada de sí misma.
Acerquémonos a sus obras para acercaros a
nosotros. Para acercarlos, finalmente, simbólicamente, a su tierra
Felipe Benítez Reyes.
También todos los años
se encarga un cartel que anuncie y conmemore la jornada. En este año el artista
elegido ha sido el diseñador Manuel Ortiz Domínguez. Inspirado por la idea de
viajeros en tránsito, el cartel del Día de la Lectura en Andalucía de 2019 simboliza
a un personaje que camina hacia ninguna parte, cargado con una maleta llena de
literaturas, de exiliaturas, de recuerdos, de memorias. El símbolo de la
errabundia, del destierro, del desarraigo y la literatura como salvación.
Esta es la
reproducción de la obra de Manuel Ortiz Domínguez:
Esta es la reproducción del cartel:
Y esta es la
reproducción del logo de la jornada:
Si se acuerdan, el curso
pasado el Vélez conmemoró el Día de la Lectura de nuestra región con una
espléndida exposición de collages de
la artista Maribel Muñoz sobre Ernestina de Champourcín. Parecía que estábamos antecediéndonos
al aniversario que este año marca la jornada.
Para el 16 de diciembre
de 2019 todas las energías de nuestra biblioteca se concentran en las
actividades del primer día de nuestras VI Jornadas del Cómic. Como contamos,
como en años anteriores, con la presencia y el trabajo de Rafael Jiménez ‘Rafa’,
podemos afirmar de forma taxativa que no encontramos forma mejor de celebrar el
día andaluz de la lectura y de rememorar nuestra terrible guerra civil, sus
causas y su espantoso legado.
Concluimos con este poema,
desgarrador y esperanzado a la vez, que Pedro Garfias escribió a bordo del vapor
Sinaia:
ENTRE ESPAÑA Y MÉXICO
Qué
hilo tan fino, qué delgado junco
—de
acero fiel —nos une y nos separa
con
España presente en el recuerdo,
con
México presente en la esperanza.
Repite
el mar sus cóncavos azules,
repite
el cielo sus tranquilas aguas
y
entre el cielo y el mar ensayan vuelos
de
análoga ambición, nuestras miradas.
España
que perdimos, no nos pierdas;
guárdanos
en tu frente derrumbada,
conserva
a tu costado el hueco vivo
de
nuestra ausencia amarga
que
un día volveremos, más veloces,
sobre
la densa y poderosa espalda
de
este mar, con los brazos ondeantes
y
el latido del mar en la garganta.
Y
tú, México libre, pueblo abierto
al
ágil viento y a la luz del alba,
indios
de clara estirpe, campesinos
con
tierras, con simientes y con máquinas;
proletarios
gigantes de anchas manos
que
forjan el destino de la Patria;
pueblo
libre de México:
como
otro tiempo por la mar salada
te
va un río español de sangre roja,
de
generosa sangre desbordada.
Pero
eres tú esta vez quien nos conquistas,
y
para siempre, ¡oh vieja y nueva España!
Pedro Garfias
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La fotografía que hemos escogido como
encabezamiento inmortaliza el Desembarco del Sinaia en Veracruz el 13 de junio de 1939. Procede de la edición digital del diario ‘El Periódico’:
https://www.elperiodico.com/es/politica/20190401/hermanos-selva-perdieron-sinaia-buque-exilio-republicano-80-aniversario-final-guerra-civil-7385542
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